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lunes, 17 de noviembre de 2014

9N. La carta de un sedicioso

Era lo que nos faltaba por oír, que el presidente del Gobierno de España, el presidente de todos los españoles, va a dar respuesta a la carta que le ha enviado Arturo Más y ha anunciado que también viajará próximamente a la región catalana.
Bien, a lo del viaje -siempre que no sea para rendir pleitesía a los de la Generalidad-, y allá él, si luego se encuentra con desagradables sorpresas. Acaso tenga que arrepentirse después de no haber visitado antes otros pueblos de España, que, ni tan siquiera conoce, pero por los que, sin duda alguna, iba a ser bien recibido, porque ansían verlo, sentir que tienen un presidente. Tienen ganas de presidente.
Por lo que se refiere a responder a la carta de un delincuente, vuelve a equivocarse el presidente Rajoy. Parece, así como el que no hace la cosa, que no se da cuenta de que Arturo Más es un chorizo –en otro país sería el delincuente más buscado–, que es que desde hace años se viene saltando a la torera todas las sentencias de los tribunales, que es que ha cometido un delito de alta traición, que es que se le puede juzgar igualmente por un delito de sedición, que es que está incitando al odio y al enfrentamiento entre españoles, que es que está robando a España cuando utiliza dinero público para sus despropósitos.. Y un largo que es que.
El simple hecho de responderle a la misiva, por si no lo sabe el señor Rajoy, es un desprecio total a los españoles, como le han hecho a él y a su ministro de Justicia -y por ende a todos los españoles- esa pandilla de cuatreros traidores que ocupan las fiscalías en Cataluña, con el beneplácito de otro innombrable, como es el Fiscal General del Estado, quien, por cierto, ya ha pasado más de una semana del 9N y continúa sin dimitir. ¡Tiene más cara que espalda!
Quizá no se ha dado cuenta el señor Rajoy de que Cataluña es, de hecho, un Estado independiente, que el lugar a donde pretende viajar fue un día parte del Estado Español, pero que hoy ya no depende de España, porque, con su actuación, esa pandilla de cuatreros le ha otorgado ya la independencia.
Su propia pasividad ha metido al señor Rajoy en un buen embrollo. A ver ahora cómo sale de él, si es que puede. Ese intercambio epistolar no le va a ayudar mucho. No es bueno cartearse con delincuentes, como tampoco negociar con terroristas.