El darle ese puesto de trabajo a Soria
es como hacerse pipí y aguas mayores en el personal, oigan
¡Manda huevos!, que diría el otro de laPepé. Apenas habían salido todos los diputados de la sala de sesiones de la Cámara Baja, cuando nos enteraban de que el exministro Soria se nos iba para el Banco Mundial. Es que ni la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, lo sabía; al menos eso quería aparentar ella. Imagino que sí estaban enterados el presidente del Gobierno y el ministro del ramo. O no. O estaban en el Guindo. Esa era la sorpresita de después del debate de Investidura. Si no queríamos caldo, dos tazas, que él se va de turismo a China y aquí nos deja el olor.