Así es como
trabajaban estos profesionales de la guerra de guerrillas, o guerrilla urbana,
los indepes catalanes, pacíficos ellos, demócratas ellos. El día del UnoaCero, con el consentimiento y con la
alianza más ruin de los cobardes Mocetes
de la Escuadra, tomaron los colegios y extendieron fairy por el suelo, para cuando llegaran los policías nacionales y
los guardias civiles; una vez que estos resbalaban los demócratas pacíficos se
empleaban a fondo para darle patadas a los agentes, en lugar escogido: en la
cabeza. Para impedir la entrada a los colegios de guardias civiles y policías
nacionales los indepes colocaban en primera fila a niños y a ancianos.