Si es que es así
de sencillo. Unos tipos se cuelan en un espectáculo para sabotearlo, porque no
les gusta; pero, resulta que, entre otras cosas, el dicho es legal, de lo que
se deduce que los “invasores” están actuando de manera ilegal. Llegan los polis
y los echan; pero, además, los detienen y los enchironan, hasta más ver qué
deciden hacer con ellos. Es lo normal. De aquí para allá, supongo, entrará en
funcionamiento el mecanismo judicial, la maquinaria lenta de la Ley, pero Ley.