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jueves, 1 de febrero de 2018

ElPuchi y el peue Nicolás, enfermedahdes paralelas

Pequeño Nicolás, qué machote! Por donde quiera que va memoria "graciosa" que queda de él.  A las más altas instancias del Estado ha su cabeza bido y las cantarillas más profundas ha descendido. ¡Menudo historial! Sin haber cumplido aún los veintitrés. Más de uno piensa en él: policías, jhueces, empresarios y políticos, pendientes de nuevo de él, y nosotros también.
La vuelta del Pequeño gran Nicolás ya trae de cabeza a juzgadores, defensores y acusadores. A loa jueces,  con tanta causa les entran cefaleas de tan sólo oir su nombre. Los fiscales y acusadores, impotentes poraue no pueden con el chico. Y los defensores "dabute",  que cobrar, lo que se dice de la pasta, ni un duro, pero chupar cámara a todas horas y en todas las  cadenas, que el joven está a tres velas, que se sepa. ¡Grande el pequeño!
De este juicio se libró,  y con él pretende lo propio con el rosario que le espera y el "calvario", que le tienen " preparao". Dice que está "pirao",  que se le ve a todas luces y que el que no se lo crea que demuestre lo contrario. Y en esas estamos.
Pena, penita, pena que los del The Times no conocieran a nuestoro peque gran hombre, porque difícil lo inan a tener para su denición. Poraue es muy fácil el tópicazo; ya saben, lo de impuntuales, maleducados y desagradecidos. Ya los queríamos ver ante nuestro gran Nicolás.
Quien no lo pierde de vista es elPuchi. Desde Bruselas, o donde quiera que se encuentre, está siguiendo de cerca la evolución de la enfermedad de Nico -el nuestro, no el de los podemitas de Venezuela-, que, miren por dónde, puede ser el fin de todos sus males.
Unos trastornos psiquiátricos no se tienen todos los días, y sobre todo cuando máse necestan.
De momento, el Pequeño Nicolás ya se ha librado de un juicio que le plantean los servicios secretos (CNI) y pretende que lo declaren inimputable -¡puff!- y librarse, ya digo, de lo que se le viene encima. Acaso elPuchi vea una salida para lo suyo,  y pfobablemente sin necesidad de disimular.