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sábado, 27 de agosto de 2016

Alemania se bunkeriza, con puertas abiertas


El Plan germano para las emergencias contempla
el abastecimiento de la población civil de víveres y agua
para resistir diez días y la instauración del servicio militar obligatorio


En viendo las últimas medidas que adoptará Alemania para las grandes crisis, es que uno se acongoja, pensando en qué es lo que sabrán los alemanes para tener que elaborar, con toda urgencia y casi de tapadillo, lo que realmente es un nuevo plan defensivo interno, en principio de fronteras para adentro. Llamativo el que se quiera reinstaurar el servicio militar obligatorio y que la población se abastezca de agua y alimentos para resistir, asegurando la operatividad- eso dicen- de la Administración, la protección de la población y el apoyo ciudadano a “las fuerzas de combate”.

Muy fuerte todo ello. Estando en tiempos de paz, se supone, Alemania se prepara para la guerra, o atentados terroristas o grandes catástrofes naturales. Si mal, no está. Pero, es que las especulaciones, las alarmas y los miedos surgen porque -casualidad de las casualidades- este Plan se aprueba y se hace público apenas un mes de producirse en Alemania dos atentados yihadistas, que descolocaron a las autoridades y aterrorizaron a la población. De hecho, un setenta y siete por ciento de los alemanes considera que cada vez es más elevada la amenaza yihadista.

Pero, tratando de quitar hierro a la aprobación del Plan, el ministro del Interior, responsable del mismo, asegura que estas medidas se venían estudiando desde tiempo atrás y que tan sólo se trata de una reforma y ampliación del Plan del 95, porque las circunstancias defensivas y tecnológicas han cambiado. Se trata de un Plan “razonable y proporcionado” para “anticipar escenarios catastróficos”. Pero, entre sus argumentos, y ahí está lo preocupante, consideró que esos escenarios se pueden producir, que “no son tan improbables” y que “debemos prepararnos para una gran crisis”.

Oigan, que este Plan germano haya pasado prácticamente desapercibido, mientras en el resto de Europa la polémica se centraba en si burkini sí o burkini no, se las trae. Si bien es cierto que el Plan contempla diferentes situaciones críticas como fallos prolongados en las redes de comunicación, abastecimiento -agua y energía- ataques terroristas y cibernéticos, crisis nucleares y biológicos, incluso químicas, y grandes catástrofes naturales, lo que más ha sorprendido a propios y extraños es el momento de su aprobación, es decir, al poco tiempo transcurrido desde los dos atentados terroristas yihadistas producidos en el país.

Lo que más ha impactado, sin duda a los alemanes -y a los demás, también- es la necesidad -obligatoriedad- de que la población se abastezca de provisiones -agua y alimentos- para diez días y la instauración del servicio militar obligatorio, en caso de conflicto en las fronteras y que la ciudadanía aporte medios de transporte al ejército, así como que las empresas contribuyan a la puesta en marcha de infraestructuras para las fuerzas armadas. Lo que recuerda, esto último, tiempos pasados, que no fueron mejores.

La oposición no está ni medio de acuerdo con el Plan, pero más en concreto, con la oportunidad de su elaboración y publicación. Están convencidos, los de la oposición, de que es alarmista y crea el miedo, cuando no el pánico entre la población. Pero, claro, laMerkel se debate entre la política de puertas abiertas para los exiliados sirios y, a la vez, hacer de Alemania un búnker, que los alemanes se sientan seguros dentro de sus fronteras. Por eso, este “Concepto de defensa civil”, que así se llama el Plan, incluye otras medidas como aumentar el número de policías en aeropuertos y estaciones de buses y trenes, más cámaras de vigilancia, de las expulsiones de los extranjeros que delincan o representen un peligro y, ojo, la reformulación del secreto profesional de los médicos para que estos puedan alertar de pacientes potencialmente peligrosos.

O sea, que aquí, en la Unión Europea, cada uno con la suya. Que cada país tenga sus normas internas de seguridad puede ser lo normal, pero, coñe, tendrán que estar coordinadas con las de los demás países socios o que sea la propia Unión la que elabore unas comunes y que, al menos, coordine las de todos. Porque los que no somos alemanes y vemos esto o nos acongojamos o nos reímos; pero, la verdad, no está el horno para bollos, a lo que se ve.