Vamos, hombre,
faltaría más. De desplantes, nada. Le ha quedado bien clarito al nazi xenófobo
que por mucho que los golpistas odien al Rey,
este se mueve por España con total
libertad y por donde le sale de los güitos. El Rey fue a Cataluña, inauguró lo de los teléfonos y visitó los pabellones que
le vinieron en gana. Para esa marcha no le hace falta la compañía del cebonico
golpista, que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio y más vale solo que
en malas y perniciosas compañías. El que sí andaba por allí, pero poco dijo,
era elPresiSánchez, sin duda
avergonzado por la actitud macarra y mal educada de su interlocutor catalán.
Con este es con el que dialoga.