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jueves, 7 de septiembre de 2017

El odio de la anciana señora



Por respeto a las canas, no merece ni calificar la acción de la anciana podemita que retiró la bandera española de los escaños del Parlamento catalán, a traición, de manera cobarde, en ausencia de los parlamentarios que las colocaron; pese a su senectud, todavía quiso exhibir la señora su odio irreprimible contra España y los españoles, contra ella misma también. Con gente como esta a pocos sitios se puede ir, prácticamente a ninguno, porque sus grandes valores son el odio y el rencor. Ella sola se destapó, arropada por sus compañeros podemitas, y guarrillos cuperos, aliados de los golpistas.