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jueves, 12 de octubre de 2017

Calma chicha


No lo duden ni por un segundo: quien más atento estuvo al desfile del Día de la Fiesta Nacional, sin perderse detalle -a través de la teuve-, lo fue el Puigidemón –el hijo del pastelero-, que con papel y lápiz tomó buena nota de todos y cada uno de los cuerpos de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire -¡Qué envidia, para sí los querría él, y no a esos, que hoy te quieren y mañana te meten una puñalada trapera!-, y de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. ¡Chulos, chulos! Y la cabra de los de la Legión. Y los Regulares. Aviones y bichos voladores. Sólo les faltó traerse los barcos ¡Leche!