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jueves, 14 de abril de 2022

La sonrisa macabra del comunista

Tienen razón los que afirman taxativamente que el comunista ruso y criminal Putin se está riendo de Europa, de Europa y de los Estados Unidos y de la OTAN. El criminal comunista -por cierto amigo de los comunistas de los socios de coalición del gobierno de elBandido Prepotente y no menos amigo de los delincuentes catalanes golpistas indultados por Sánchez- amenaza ahora con sembrar el mundo de armas nucleares si Finlandia y Suecia pasan a formar parte de la Alianza Atlántica. Una de las razones que esgrimió el loco Putin para invadir Ucrania fue la intención de Zelenski de solicitar la adhesión de Ucrania a la OTAN y la de pedir que su país pudiera formar parte de la Unión Europea. Desde luego, Ucrania está en su derecho de ambas cosas y no es, desde luego, Rusia quién para prohibírselo. Cada cual elige lo que más le conviene, como es estar bajo el paraguas de la OTAN antes que del de los comunistas rusos y en el mercado común europeo antes que en el de la miseria de los rusos.

Ya sabemos lo que nos espera de nuevo de inclinarse Finlandia y Suecia por la OTAN y la UE. Y este tipo comunista, Putin, es capaz de ampliar la guerra hacia los países del norte, pero en esta ocasión yendo ya directamente al uso del armamento nuclear. Este tipejo está de atar, y lo más lamentable es que ni la OTAN, ni los Estados Unidos ni la Unión Europea estén siendo capaces de parar tanto crimen. Los políticos y los militares occidentales han aplicado tarde y mal las medidas económicas que pudieran asfixiar al comunista. El cerco económico está produciendo resultados con demasiada lentitud, mientras los muertos en Ucrania son centenares, miles; también, en la parte rusa hay muertos. Para Putin son sencillamente bajas: no le da importancia a las vidas segadas y al sufrimiento de miles de familias, rotas, desquiciadas, desoladas. Le importa un comino el horror de la guerra.

Ante todo esto, los ciudadanos nos preguntamos si no hay manera de que nuestros políticos sean capaces, como digo, de parar las atrocidades de lesa humanidad que está causando este hombre, el comunista ruso, del que dicen que puede estar escondido en un inmenso búnker de difícil accesibilidad, prácticamente inexpugnable. No se concibe que los servicios de inteligencia occidentales, ninguno de ellos, haya sido capaz de localizarlo. Si tan imposible es esta acción, lo que nos preguntamos es qué es lo que han estado haciendo esos servicios secretos antes de que se produjera la invasión de Ucrania, y mucho tiempo antes también. Si no se puede dar con él, seguro que sí se saben dónde pueden estar los generales que integren su Estado Mayor. Es de imaginar que a estos sí los controlan, y si es así podrían -como en las pelis, pero en la realidad- apartarlos e ir dejando solo, aislado, al comunista ruso, que no tendría a quién mandar. ¡Y si no es así, pues, coño, que utilicen la imaginación, la sesera los que la tienen utilizar, si es que la tienen, que para eso les pagamos! ¡O es que acaso temen que el comunista ruso pueda utilizar el botón rojo! Pues, apañaos estamos.