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viernes, 23 de abril de 2021

Bendito de dios y cagao de las moscas: Y cierre al salir

Pero si no hacía falta que Monasterio pusiera en duda que fueran ciertas las amenazas contra el impresentable ministro del Interior, Marlaska, elpayaso comunista -el macho alfa- y la directora de la Guardia Civil. Son unos mentirosos compulsivos toda esta gente, y ahora les ha pasado como a Pedro con el lobo. Todavía no sabemos quién o quiénes atacaron la sede de los comunistas de extrema izquierda en Murcia. Que nos lo digan, porque de eso todavía también está en duda su autoría. Pero es que la amenaza de risa en una pintada en una carretera asturiana contra un ciclista se la tomó el payaso comunista como propia, y hasta interrumpió por ello sus vacaciones.

Pro cierto, estaba pasando su período estival vacacional en la casa prestada por el que ahora es un alto cargo del gobierno socialcomunista, que está dispuesto en cualquier momento en que se lo digan a ir a La Zarzuela y cepillarse al Rey, Felipe VI, y a toda su familia. Ya me dirán que si eso no es una amenaza, o acaso más bien un delito, que venga sus santos Lenin o Stalin -da igual, cualquiera- y que lo vean. ¡Miserable el alto cargo Enrique Santiago, secretario de los comunistas españoles, y miserables sus líderes!

Que vamos a ver, que la violencia, venga de donde venga hay que condenarla. Por ejemplo, la de los macarras acólitos del payaso comunista que apedrearon a los de Vox en Vallecas y le zurraron la badana a los policías, a los que Marlaska dejó abandonados a su suerte. Hay que condenar, por supuesto, las amenazas de las que dicen les han llegado a Marlaska, al payaso comunista y a la directora de la Guardia Civil, aunque también la duda se cierne sobre las susodichas. Pero, dando por bueno que pulpo es un animal de compañía, que busquen a los autores, que los localicen ya y que caiga sobre ellos el peso de la ley.

Pero, con la misma vara de medir, o no, que da igual, hay que condenar la violencia y las amenazas y a los asesinatos etarras. El ministro y juez Marlaska conoce bien a esos asesinos, sanguinarios que se regodean de los asesinatos -más de ochocientos- que han cometido. Marlascaka, ya digo, los conoce bien y sabe cómo se libraron de ser atrapados los de las cuentas de los etarras. El caso Faisán sigue abierto y de él pocas explicaciones ha dado el ministro. Queremos más.

Pero qué decir del payaso comunista tontoelpueblo pijo y ridículo de la casta de Galapagar, ahora el soberbio de la SER. Jamás ha condenado los atentados de ETA y los etarras tenían su teléfono en Madrid por si les hacía falta para algo. El payaso comunista jamás ha querido reunirse con las víctimas, es más siempre ha mostrado públicamente su desprecio por ellas, como ha despreciado a los ancianos de las residencias durante la pandemia. Y, una vez más, recordamos que de casta le viene al galgo. Y mejor no menear su árbol genealógico, que para eso ya se lo mueve, y bien, Federico Giménez Losantos, que le hace madurar los frutos.

Así que no sé por qué se enfada el soberbio, de soberbia, el payaso comunista cuando la de Vox, Monasterio, pone en duda que las amenazas sean ciertas. Está en su derecho Monasterio en dudar, porque sí, porque le da la gana. Como hizo muy bien en decirle que no se retractaba y que si no estaba a gusto que se largara del estudio del debate de la SER. Así lo hizo el payaso comunista, pese a los ruegos de la presentadora, una faltona que se autocalificó de demócrata. Cosa, claro, que ni se creía ella misma, a la que poco le faltó llorar porque su ídolo se marchaba. 

Mientras se retrataba la presentadora, a los demás nos daba un poquito de asquito su postura. Y se marchaba el payaso comunista porque no podía contener la rabia, porque todos los medios, todas las encuestas le daban como perdedor del debate a "seis" y no solo eso, sino como el peor valorado. Poco le falto al payaso comunista al marcharse apuntar como si llevara un arma, como hacía apuntando a sus enemigos políticos constantemente en la Asamblea de Madrid la médica vaga y mentirosa, Mónica García, del partido de otro gran vago como es el  becario Errejón.

Se fue, sí, del debate, el payaso comunista. Un escándalo más, como fue el de sus mandados de Vallecas contra Vox. Sabe que es un indecente comunista, viviendo en el mejor pueblo de Madrid, en un casoplón. El comunista de Vallecas. Nos esperan nuevos numeritos de este payaso, que es como si estuviera en el circo. Pero, seguramente se tendrá que marchar de más de otro sitio, como lo hizo de la SER. Pues que se vaya el guerracivilista, bendito de dios y cagao de las moscas. Porque no supo defenderse contra Monasterio, que como se cachondeaba Abascal le cortó las dos orejas y el moño, por no referirse al miembro viril. Digo yo. Y que cierre al salir.