En nada, será el Ejército el que vigile el casoplón del payaso comunista Jócker. El casoplón de Galapagar, que se agenciaron el Jócker y su compañera, la excajera de supermercado, la ministra de Igualdad. Dicho sea de paso, y en llegando los calores que todos padecemos, les ha venido como anillo al dedo. Diferencia existe entre el piso de Vallecas -de Protección Oficial, que tampoco tenían que okuparlo ni él ni su madre, que era la beneficiaria- y el casoplón, con terreno de dos mil metros cuadrados, casa de invitados y piscina y la fresca de por la noche en las estribaciones de la sierra madrileña. Como para dormir con manta.