Hacen un tiempo se iban de paseo en coche, sin importarles el qué dirán.
Desde hace unos días han pasado del amor al odio. Mire el señor Rey que se lo advertimos. Cuidado con
las compañías, que por querer hacer volver al redil al hijo descarriado está
haciendo de menos a todos los demás, que no es trigo limpio, que es un
delincuente con mala prosapia y se la va a pegar en cualquier momento. ¡Ni
caso! Pues ya lo ve, le quiere quitarle una pata al trono, que ya se lo dijo, sin
rubor, en La Zarzuela.