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viernes, 2 de julio de 2021

Gilipollas, mil veces gilipollas

¡Pero, esta gente por quién nos toma! Si aquí los únicos gilipollas son ellos. Incomprensible que de cajera de supermercado se pueda llegar a ser miembro, miembre o miembra de un gobierno de España, quizá el gobierno con más ineptos e incultos de la nuestra historia. ¡Malas personas, eso, sí, como ellas solas! Es que no se salva ni uno. Después de la bellaquería del ministro de los Interiores, Marlasca, el juez del caso Faisán -que ya reagrupó a todos los asesinos de la banda ETA, con vistas a su próxima liberación-, después de las imbecilidades de la ministra Montera con su ley Trans y su desconocimiento total del idioma y su circo con los LGTBILIKAZ, nos llega el ministro de la Seguridad Social, Escrivá, amenazando, acojonando e insultando a nueve millones de españoles.

Son, ni más ni menos, nueve millones de españoles -nada, unos mierdas- los nacidos entre 1950 y 1970-, a los que llama no sé que babys, los afectados por la rebaja en las pensiones. El ministro Escrivá, que parece que se rasca los cojones a dos manos -como dice de Toni Cantó el alcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente, el de elYatazo- la armó con lo que ahora dice que no dijo, que eran reflexiones en voz alta y que fueron mal interpretadas. ¡Somos tontos! ¡Qué quiso decir, entonces, reflexionando! Que lo explique

Si Escrivá no es más gilipollas es porque no es más grande o que, pese a ello, pese a proponérselo, no lo puede ser más. Otro de los gilipollas que ya no sabemos en dónde colocar en España, porque cada día se nos va reduciendo el espacio para los que conforman toda esta esta plaga, tan peligrosa para la moral como el virus-19 para la salud. ¡No te fastidia! Amenaza a nueve millones de españoles con rebajarles la pensión a la vez que los insulta llamándoles vagos, que tienen que trabajar más tiempo. Como si no se ganaran el pan que comen. ¡Cuántos miles de euros se mete él al mes! ¡Y los cientos y cientos de enchufados por su partido en puestos de gestión -que no gestionan nada- en organismos públicos. Solo en La Moncloa se cuentan por centenares. Son los paniaguados y apesebrados del régimen.

¡Nos ha jodido mayo con no llover! Se ha preguntado el ministro, por un casual, cuánto dinero le está regalando el Gobierno a los peneuvistas vascos con esa invención del Cupo Vasco. Se ha preguntado el ministro cuántos millones de euros -hay quien dice que cientos- se ha llevado la familia criminal de los Pujjjol en bolsas de basura para Andorra. Se ha preguntado el ministro cuántos millones se gastan los golpistas catalanes en sus embajadas y cuántos se han gastado los indultados por delinquir promoviendo sus ensoñaciones -según el juez Marchena- en el extranjero con nuestro dinero. Pero, cómo puede ser un hombre tan inepto, tan gilipollas y querer robar dinero a los pensionistas, mientras quiere perdonar la deuda de un robo manifiesto y descarado a los golpistas indultados.

Ahora dice el Escrivá de los huevos, que eran unas reflexiones en voz alta y que se han mal interpretado. Después de crear malestar e inquietud a más de nueve millones de españoles lo que le resta al ministro es pedir efusivamente perdón y marcharse para su casa. A reflexionar o a lo que le salga de los pingajos. No puede seguir en el ministerio. Es una lacra social, a la vez que un demente.

También es una vergüenza, y grande, el que el Gobierno de elPrepotente continúe callado, en absoluto silencio, ante la ignominia del dictador venezolano, que está tratando de héroes para arriba a los etarras de Bildu y Sortu. No es solo eso. El venezolano Maduro anima, aplaude e insta a los terroristas vascos y a los de la CUP catalanes a que no cesen en su afán por desintegrar España. Solo le ha faltado al mierda venezolano ponerle las armas en las manos para que vuelvan a atentar, a asesinar. Tampoco podemos decir que no les ha dado eso y dinero para financiarse. De esto imbécil no se puede descartar nada. Eso lo saben muy bien sus amigos del alma, compañeros, el expresidente de España, el socialista Zapatero, y el exvicepresidente segundo, el comunista payaso de Galapagar.