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jueves, 20 de mayo de 2021

Los golpistas juegan con España

Oigan, que muy bien lo de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Por si no se había enterado el rey de Marruecos, Mohamed VI. Que no se le vuelva ni a ocurrir lo del Carajal, que con España no se juega. ¡Faltaría más! O sea, aviso para navegantes, suponemos. Porque los golpistas catalanes la están preparando ya. El enano Aragonés lo ha advertido en el discurso de investidura. Van a ir a por todas. Pese a quien le pese, quieren los golpistas la independencia. Pues sepan que ya están bien advertidos por elPrepotente, que va a mantener ante todo la integridad territorial de España -eso dijo en Ceuta- y va a defender a los españoles, se supone que lo mismo a los españoles de Ceuta que a los de Cataluña. Que para cojones, él. Lo ha ratificado laRobles, bien claro y bien alto, que con España no se juega.

Pero, claro, eso no se entiende muy bien, cuando hace unos días el ministro, ni se sabe de qué, el fray Bailón, ya se frotaba las manos en espera de la investidura del republicano Aragonés para conformar y reunir la Mesa del diálogo, la de la Alta traición. Coñe, que los golpistas piden reunirse también, sí, pero para convocar un referéndum y de ahí a la independencia. Tampoco se entiende que se esté preparando el indulto de los delincuentes golpistas encarcelados, cuando lo que perseguían con lo que ellos llaman El proceso era eso, un golpe de estado, un ataque frontal a España, para dividirla, para separarse. Por eso, resultan reconfortantes, si, ahora sí, las advertencias de laRobles: con España no se juega. Esperemos que no se lo permita.

Bueno, ahora falta por resolver lo de los niños -cientos de ellos- marroquíes que andan por Ceuta, unos ya controlados y otros a su aire. Como siempre que hay menores de edad, el ministro Marlaska, el juez del caso Faisán, los envía a la Península y los diluye. Pero, en esta ocasión, son muchos y muy difícilmente ocultables. Las comunidades autónomas se están negando a su recepción. En Andalucía, que ya ha aceptado acoger  a unos cuantos le está causando problemas,  verdaderos problemas políticos al presidente andaluz con VOX.

Pasados los días de la invasión y el calentón de los primeros momentos, comienzan a verse perspectivas diferentes. Como, por ejemplo, qué tío más malvado el rey marroquí que engañó a los niños de su país -como el flautista de Amelín- asegurándoles que paquípacá, a tiro de piedra de la frontera con España, estaban los jugadores Ronaldo y Messi. Se los metió en el bus y nos los largó. ¡Vaya sangre fría! Tirano, sí que lo es un rato. Pero, claro, también uno se pregunta que si algo se barruntaba con claridad, en dónde estaban los servicios secretos españoles, los del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que no se enteraron de la movida que se preparaba. Ni repajolera idea, oigan. O sí.

Como no se enteran parece, los científicos de la Carlos III. Coñe, que han perdido todo crédito y reputación en un santiamén. Cuando los científicos de la Unión Europea y los de la Organización Mundial de la Salud recomiendan vacunar los dos pinchazos con la misma vacuna, cuando son más de treinta millones en el mundo los que han recibido la de AstraZéneca, los de esa institución española recomienden otra vacuna diferente para la segunda dosis a los menores de sesenta años, que recibieron la primera de AstraZéneca.

No sé, no sé. Pero no le encuentro el sentido. Menos todavía que a los afectados les den la opción de recibir el segundo pinchazo con la misma, AstraZéneca, pero con la condición de que firmen un consentimiento. Vamos que la responsabilidad, si algo les ocurre, para ellos. ¡De traca! Íbamos mal de tiempo y de vacunas. Pero, la acaban de cagar bien, con esta decisión. Los habrá que sí que acepten una segunda vacuna y los que quieran la primera, pero también los habrá que no quieran ya ninguna de las dos y pasen y se conviertan, casi casi, en negacionistas, y que estén vacunados a medias, por ejemplo, llegando el día en que pierdan la inmunidad adquirida en el primer pinchazo. Esto es de locos y de ineptos. Nos perjudica a todos.