Así lo parece, que el horno no está para bollos; más
bien, está demasiado caliente. El ministerio del Interior –desde luego a
Marlaska le ha tocado, sin duda, bailar con una de las más feas-, y ha tenido
que ordenar el desplazamiento a Cataluña de más de seiscientos policías
nacionales, mientras que ha congelado los traslados y vacaciones de más de
trescientos guardia civiles en aquella comunidad. De momento, estas fuerzas de
Seguridad del Estado –fuerzas de refuerzo- están siendo alojadas en cuarteles,
evitando así Marlaska el ridículo y las burlas que tuvieron que soportar cuando
Zoido ¡otra vez Zoido- los amontonó, los acinó, en el “Piolín”.
Temen desde el Gobierno revueltas callejeras, y quizá
algo más, de los CDR –los Comités de Defensa de la República-, con motivo de la
celebración del Día de Cataluña, el once de septiembre y la prolongación de
estos hasta octubre, más en concreto el primer aniversario del referéndum del
UnoaCero. Ya se encargó de recordar la efeméride, y de qué manera, el nazi de
la Generalidad, tirando la piedra y escondiendo la mano. Es lo habitual de los
golpistas, parapetarse en el personal y cargarle luego las responsabilidades de
todo lo que pueda acontecer.
Ahora que a estos fanáticos no les importa lo más
mínimo, saben que pueden campar a sus anchas, porque los mocetes de la Escuadra
ni se van a molestar en identificarlos, cosa que no hacen con los que Ávalos
califica de “gorrillas”, los españolistas a los que insulta sin el más mínimo
rubor, los que se la juegan todos los días quitando los lazos de la “marrana-da”.
El asunto, no lo duden, se calienta por momentos y más cuando falten menos días
para esas dos celebraciones.
Están apurando los secesionistas al máximo para lograr
una asistencia más que masiva a la manifestación del once de septiembre, pero
les está costando uno entero y la yema del otro. Parece como que ya no venden
ni ilusionan estos cafres a mucha mucha gente, que está pasando de los
delincuentes presos y de los huidos de la Justicia española. Por cierto, el “hombre
bajito cabreado”, el de la fregona en la testa, le ha pedido a sus
conciudadanos, los independentistas, que le pasen otra remesa de quinientos mil
euros, que la vida en Waterloo está por las nubes y él tiene que alimentarse
todos los días. Pues, ala, a apoquinar que el cara dura y sinvergüenza de
elPuchi está hambriento. Es un muerto de
hambre.
Menos mal para los secesionistas “paganos” que
elYunqueras y otros más secesionistas están en la cárcel y comen a cuenta del
erario público, si no se les arrimaba una buena. Para mal de amores, el
xenófobo de cromañón asegura que él seguirá con lo de ellos hasta donde haya
que seguir y si es necesario hasta donde elPuchi. ¡Qué valiente! O sea que ya
estará retrayendo fondos de alguna parte para asegurarse una próxima buena
estancia para cuando huya y se refugie como elPuchi, en Bélgica, huyendo de la
Justicia española.
De todas formas, el xenófobo está en estos momentos
más allá que “pacá”. Está en Waterloo, de parranda con elPuchi, pero todavía no
se ha manifestado –y eso dice o significa mucho- sobre las declaraciones del
republicano Tardá, que se supone ha realizado de manera sobria, y que, en el
fondo, no dejan de ser una advertencia para los de elPuchi y, por ende, para
elQuinito. El “desmelenao” Tardá ha avisado, y el que avisa no es traidor –aunque
éste sí, a España-, que “si algún independentista estúpido” plantea imponer la
independencia “está equivocado”. Los republicanos y los otros, ya saben, son
socios.
Una noticia de última hora viene a corroborar la situación crítica que se vive en Cataluña. El líder de los mocetes separatistas de la Escuadra grita: ¡Abramos las cárceles, somos más que la Policía y la Guardia Civil! Es de suponer que este jumento estará cesado en breves minutos. Es, ya digo, un suponer.