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Bravo por Carreño. Un triunfo peleado. Un triunfo merecido. Bravo por todos los olímpicos españoles, con o sin medalla. El estar en las olimpiadas ya es un gran logro, un premio a tanto trabajo y sacrificio. Si cabe, la medalla de bronce del tenista español destaca en esta jornada olímpica, porque se la arrebató al número uno del mundo, al soberbio Djocovic. Carreño desencajó a su rival, que lanzó una raqueta a la grada -menos mal que no había público- y destrozó otra contra el poste de la red. De lo suyo gasta, hasta de su desvergüenza y de la del juez de silla. Es que, oigan, casi ni una reprimenda al elemento este, que no sabe perder. Es que ni se dignó jugar en dobles. Vaya ejemplo de número uno. Mejor se iba para casa y no salía de ella, el golfo.
Este hombre ha ganado mucho, tanto como Federer y el nuestro Nadal. Está llamado a superarlos a los dos y pasar a la posteridad como el mejor tenista de la Historia. Pero, también, como el más imbécil y soberbio. Tristemente, no es la primera vez que actúa de esa manera. En una ocasión le arreó un gran pelotazo a una juez de línea. Pero, claro, si alguien no le corta las malas mañas continuará en esa actitud. Si lo hubieran expulsado de la pista, podría haber sido el principio del fin de las gilipolleces de este tenista, que no por ser el número uno, deja de ser un verdadero imbécil.
Esto de la imbecilidad no es una exclusiva de Djocovic. Aquí, en nuestra España, tenemos muchos de esos, que superan al tenista. Es más pasan al grado de gilipollas. Hoy mismo, sin ir más lejos, otro de los jefes de los comunistas, elErrejón, elVago, que nunca ha trabajado en nada y encima ha sido becario sin cumplir con su compromiso para lo que le dieron la beca, se alegra enormemente de que la empresa Deliveroo se dé el piro de España. No vean, qué alegría le da al comunista que más de dos mil quinientos trabajadores se queden en la calle. A él le da igual los riders y los no riders. Jamás pedalearía para llevar paquetes a domicilio alguno. ¡Faltaría más! Al comunista se lo han dado todo hecho y no se le conoce otro trabajo que no sea de político. Ya lo ven, hasta aspirar puede a ser presidente del Gobierno de España, porque edad le queda por delante.
Otro tanto le sucede al portavoz de los payasos comunistas en el Congreso de los Diputados. Sí, el chúpamelamingadominga. Bueno, pues a ese le sucede lo mismo que a Errejón, que le produce gran alegría el que la gente pierda su trabajo. Como a ellos no les falta el sueldo del Congreso, a los demás que les den. Claro, lo del portavoz comunista no extraña tampoco nada. Pagaba a su asistente en negro y no lo dio de alta en la Seguridad Social. Este elemento, además, de haber sido condenado por estos hechos, lo ha sido también por acusar de maltratador a un fallecido, que no se podía defender. Lo condenaron porque los familiares del acusado demostraron que de lo que lo acusaban el comunista y la excompañera expresidiaria del fallecido era mentira. Además de imbécil, un miserable, que sí ha dedicado tiempo a Djocovic, pero ni una palabra para el tenista español que lo derrotó. Ya sabemos por dónde va el moreno.