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lunes, 21 de febrero de 2022

Ganando tiempo al tiempo

Puff, la que tienen armada los peperos, y con qué pocos visos de solución. Después de las horas que se han pasado en Génova los del Comité de Dirección, al final, la crisis del partido se prolonga, al menos, hasta el próximo lunes, que será cuando se reúna la Junta Directiva Nacional, en la que, a su vez, se decidirá la fecha del próximo congreso del partido. Casado pretende alargar su mandato hasta la celebración del congreso, que corresponde en julio, pero esa fecha se puede adelantar si la Directiva Nacional considera que debe celebrarse un congreso de carácter extraordinario.

Vamos que aquí todo quisque tira para lo suyo, y algunos se han visto obligados a retratarse, como el alcalde de Madrid, Almeida, que no acudió a la reunión en Génova y no se sabe si continúa siendo el portavoz nacional del partido. Nadie lo ha negado, pero tampoco nadie lo ha afirmado. Precisamente de su ayuntamiento parece que partió la idea de investigar a la presidenta Ayuso y a sus familiares. Pero, a estas horas, todavía no se sabe si Carromero -el coordinador en el ayuntamiento de la capital, que ya dimitió- realizó alguna gestión para que ese supuesto espionaje se realizar o no. Lo que sí parece es que el hermano de Ayuso, Tomás, podría estar implicado en otros veintitrés contratos más, a dedo, de la Comunidad de Madrid.

A todo esto, lo que sí está claro es que el presidente de laPepé está ganado tiempo, al menos hasta el lunes, porque, ya se sabe, en esto de la política todo puede pasar. Si Casado no ha cedido a la presión de los barones, encabezados por el presidente de Galicia, Feijóo, ni a la multitudinaria concentración que se produjo en la maña del domingo a las puertas de Génova, ni ha accedido a la dimisión de su secretario general, Egea, todo hace sospechar que pudiera tener preparada alguna sorpresa. O, simplemente, un farol. Así y todo, es mucho tiempo el que se está prolongando la crisis, que no hace ningún bien a laPepé, al que acecha cada vez más de cerca -según las encuestas- el partido de Abascal, Vox. Una cosa sí que está clara, la dirección del partido no se está dejando amilanar, mostrando firmeza -que en otro momento sería de agradecer-, la que tendría que haber exhibido con anterioridad, evitando esta grave y profunda crisis.

Al congreso que celebrará, de carácter odinario o extratradionario, se espera con atención si se presenta a candidato como nuevo líder del partido el presidente gallego, Feijóo, quien en estos días se ha convertido en adalid de los barones y ha exigido a Casado la celebración del Congreso extraordinario. En el anterior congreso estuvo a punto, pero prefirió mantenerse al margen, disfrutando de su mayoría absoluto en su Galicia natal, viendo los toros desde la barrera Parece que la presidenta de Madrid, Ayuso, no se va a presentar, porque no es su momento, a juicio, seguramente, de su guionista, MAR. Habrá que verlo. Si no se presentan ni el gallego ni la madrileña, ahí tendremos de nuevo a Casado, con lo que volvemos a que la pescadilla se muerda la cola, o un pan como unas ostris. Y para este camino se podrían haber librado los peperos de estas alforjas o aprender que un partido político no es el juguete de nadie, ni tan siquiera de algún mal guionista.