Ya nos la tiene preparada,
otra vez, elPresiSánchez. Nada más y
nada menos que otra traición a los españoles todos. Luego asegura que es él muy
patriotero, muy amante de la bandera y del Himno.
En cuanto nos damos la vuelta, si nos descuidamos nos corta hasta la cabeza si
hace falta. Todo por un mísero plato de lentejas. Coñe, pero si ya consiguió lo
que pretendía, como llegar desde el paro a ser inquilino de La Moncloa, parecerse o imitar a
Kennedy y asegurarse prácticamente toda una vida sin estrecheces, lo mejor que
podría hacer es marcharse. Como le decía Aznar
a Felipe: ¡Váyase señor González, váyase! Pues, lo mismo:
¡Váyase, señor Sánchez!