Asegura el ministro Ábalos que él llegó para quedarse. ¡Nadie lo duda, hombre! Lleva en la política tanto tiempo que ni se acuerda. Como para que alguien lo eche a las primeras de cambio. Sigue los pasos del presidente del Gobierno: antes muerto que "sensillo", y si hay que atacar por la espalda y con puñal a laparió, eso está hecho. Y de poco, o prácticamente nada, sirven las protestas de Casado o de Arrimadas o de Abascal. Ni la disconformidad manifiesta de Felipe González. ¡Él a lo suyo, que, además le viene muy bien a laPesoé y al Gobierno progresista una nueva cortina de humo, auspiciada por los comunistas!