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viernes, 30 de julio de 2021

Pitos y abucheos para elPrepotente en Salamanca

Si alguien nos lo explica, pues muy bien. Porque todavía muchos no nos hemos enterado para qué sirve eso de la Conferencia de Presidentes, como la celebrada en Salamanca. Para la cogobernanza esa de la que habla elPrepotente, nádená. No hay propuestas, no hay conclusiones, no hay acuerdos. Lo único en claro es que Sánchez volvió a hacer de trilero y anunció que llegarán más vacunas, millones, y que velahí está el dinero de la Unión, que habrá que repartirlo. Esto lo anunció poco antes de reunirse con los presidentes. O sea, que si no querían caldo, dos tazas. Ahora que se lució ante los salmantinos. ¡Válgame el cielo! Qué abucheos, qué silbidos, qué calificativos le dedicaron. Se le quitaron las ganas a elPrepotente de pasear por las recoletas rúas de la capital charra.

Todo lo contrario que con el Rey, Felipe VI. De torero para arriba, y bien correspondió él dedicando la faena -estaba en tierra de fiesta brava y criadero de astados- al respetable. Seguro que cuando oyó elPrepotente todo el alborozo se le cayeron los palos del sombrajo. Porque él quiere ser rey, y si no lo logra pues echar al que tenemos. Tampoco se quedó el público impávido con la pepera presidenta de la Comunidad de Madrid. La recibieron los charros tal que como a una reina, mejorando lo presente, como se dice. Tampoco le sentaría nada bien a elPrepotente. Pero, es lo que hay, amigo.

Por cierto, fue la presidenta madrileña, Ayuso, la gran protagonista de la fiesta. Le exigió a Sánchez, tanto como lo pide él, lealtad para las regiones que sí apoyan la unidad de España. ¡Hombre, coño, que ya está bien! Porque para que asistiera a esta conferencia de Salamanca, Sánchez ha otorgado al independentista vasco, Urcuyu, recaudar de manera extra más de doscientos cincuenta millones de euros. Así, por el morro. Y poco o nada ha criticado la ausencia del presidente de la Generalidad catalana, el hombre Aragonés, bajito, feo y republicano. 

El Aragonés se ha marchado a Ginebra, a ver a la delincuente huida y secretaria general de su partido, Marta Rovira. Ya ven, qué importancia le da el catalán a la Conferencia de Presidentes. Se los pasa a todos por el arco del triunfo, y todos, lamentablemente, se dejan pasar. El desprecio finalizaba con no asistir nadie a esta gilipollez de reunión, en la que para almorzar se sirvieron todo tipo de embutidos, y de gran calidad, para mayor desesperación del ministro comunista y algo cortito Garzón, que, dicho sea de paso, va a atar corto a los ludópatas. El aragonés celebrará su propia cumbre con Sánchez, el lunes, de Estado a Estado. 

En fin, que para los presidentes de la izquierda todo ha estado chupi, sobre todo lo del embutido, que, a veces, parecen muertos de hambre. Para los de la derecha pichípachá. Eso si, todos, en esta ocasión, muy educaditos y algunos hasta huidizos, que por que no lo dejaron refugiarse en la Clerecía o en La casa de las Conchas al presidente valenciano, el que lleva toda la semana rozando la estupidez hasta aterrizar en la gilipollez en sus arremetidas contra la presidenta madrileña, Ayuso. 

Pues, no tuvo güevos el tipejo cuando la tuvo enfrente y de frente para criticarle a la madrileña la política fiscal. Oigan, que ni una palabra, Tuvo ocasión de sobra para decirle a la cara lo que tanto ha criticado en los medios de comunicación. Pero, no; no pudo. Es un cobarde, como prácticamente todos los presidente autonómicos socialistas, incluidos el de Castilla-La Mancha y el de Extremadura, aunque intenten aparentar lo contrario. No tuvo güevos Chimo Puig, porque bien sabía él que Ayuso lo iba a vapulear. Le iba a dar un revolcón en público. Y así quedó el valenciano, como un cobarde, al que se le podría calificar de mierda.