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domingo, 6 de marzo de 2022

Venezuela y comunismo de coalición

¡Lo que está padeciendo toda esta gente de Ucrania! Para los de más acá resulta como una pesadilla que algo como la invasión del demente Putin pueda producirse a estas alturas de este siglo. ¡Pobres ucranianos a los que está masacrando el loco comunista! Pero, es que, además, está como cebado. No soporta el dictador comunista que le hagan frente. Y lo peor es que su sed de sangre no parece tener fin. No respeta el alto el fuego, bombardea las ciudades sin consideración alguna y lanza bombas hasta contra las centrales nucleares, con el riesgo que ello implica, no solo para los pobres ucranianos, sino para toda la humanidad. Este loco, como decimos e insistimos, quiere superar la cifra de los cien millones de muertos a la que llegaron sus antecesores, locos igualmente, comunistas también.

¡Pero, es que nadie puede parar a este loco! No quiere decir que todos los castigos a los que está siendo sometido por parte de la Unión Europea y los Estados Unidos, principalmente económicos, y luego armando al ejército ucraniano, no sean medidas necesarias; pero, a lo que se ve no son suficientes. Porque a este demente le da igual que, incluso su propio pueblo sea el perjudicado por todas ellas. Este loco, como los locos comunistas que le precedieron, está dispuesto a la ruina económica total de Rusia y a una nueva hambruna del pueblo ruso; en las dos anteriores provocadas por locos comunistas fallecieron seis millones de rusos, en una, y otros cuatro millones en otra.

Visto que estas medidas de Occidente contra el loco comunista no están dando el resultado esperado, al menos a corto plazo, es necesario, urge, adoptar otras medidas que puedan parar la masacre indiscriminada y el dolor del pueblo ucraniano. Hay quién se pregunta ya si este tirano morirá en su cama o si no hay manera de evitarlo. Hay que intentar lo que sea, con tal de destronarlo: ofrecer fuertes recompensas para acabar con su existencia, chantajear a sus allegados para que lo paren o su propio Estado Mayor, porque entre ellos tiene que haber alguien con sensatez que ponga orden en la cabeza del demente comunista Putin o que pueda acabar con sus desmanes. Urge, ya digo, devanarse los sesos para encontrar una solución, porque él ya ha anunciado que con diálogo o con la guerra logrará lo que se ha propuesto al invadir Ucrania: acabar con los nazis. Ni esto es cierto, ni dialogará. Solo quiere la guerra, el exterminio del pueblo ucraniano. Luego, seguirá con otro pueblo y otro y otro. Y para entonces a Occidente se le habrá hecho tarde.

Para esto ya sabemos que no se puede contar con los comunistas del gobierno español de coalición. Pero, no se crean que porque son contrarios a la guerra, lo que no son contrarios es a la invasión de Ucrania del loco comunista. Pero, es que ni tan siquiera apoyan a Putin. La realidad es muy otra, muy diferente. La realidad es que con las sanciones económicas contra Rusia, Putin no puede garantizar a Venezuela, es decir a Maduro y a su tropa, la integridad de la millonada de dólares, oro y cocaína que el venezolano guarda en los bancos de Rusia. Por consiguiente, el comunista Maduro, por su parte, no puede subvencionar a partidos políticos comunistas de otros países. O sea que se entiende el enfado de laBelarra, la niña de la curva.