Como que elJunqueras
no se las habría “pirao” si ocasión hubiera tenido. Bien lo caló el juez Llarena. El que pone la bala donde pone
el ojo, el limpiacristales de la prisión, ha vuelto a hablar: o república o
nada. Ahí lo tienen, báilenlo. Se había callado hasta ahora, por ver si el juez
se apiadaba de su alma. Como la suerte ya está echada -¡y qué buena suerte para
él!- y ya se ve en casa, como es deseo de monseñor Omella, la ha vuelto a piar. ¡Menudo pollo! A Dios rogando y con el mazo dando. Desea el diálogo, pero no
descarta ninguna vía. Está a la que salta, y, si le salta bien, a declarar la
república.