Velahí, otro que
no es más tonto, porque no puede. El hombre bajito y cabreado, el prófugo de la
Justicia española, que se pega la
vida padre en Waterloo, va y declara
a un periódico argentino que la independencia se declaró en Cataluña, sin lugar a dudas, y que miente
todo aquel que diga lo contrario, que él
no se marchó de España por un viaje Erasmus. Coñe, claro, eso ya lo
sabíamos todos, incluidos los suyos. Se convirtió en prófugo de la Justicia
española, porque ya sabía que se iba a ir a la cárcel si no huía; eso sí que no
iba a ser un Erasmus, ni una estancia de placer, y, si no, que le pregunte a
los otros golpistas, que ya llevan más de un año entre rejas.