Entradas
De sopetón se lo plantó el Rey, Felipe VI, a elBandido Prepotente y al ministro de los Interiores, Marlaska. Que las víctimas del terrorismo continúan siendo aún más víctimas, con el permiso del presiente del Gobierno de España y Marlaska. Que se enteren bien, que tenemos que aprender de la entereza de las víctimas, de su saber estar. Que se enteren también los socios preferentes de elBandido, los que se autoblanquean asegurando que no más homenajes públicos a los asesinos etarras. Los últimos el treinta y uno de diciembre, en varias poblaciones de Navarra y de las provincias vascas, en particular en Mondragón, el que se brindó al más sanguinario de los etarras, Parot, implicado en más de ochenta asesinatos de manera indirecta y en treinta y nueve de manera directa, como ejecutor. Y allí estaban los dos, el socialista y el juez del caso Faisán -del que nunca más se supo- escuchando al Rey, como si con ellos no fuera la cosa, impasible el ademán, pero tragándose el sapo.
Aunque, ya saben, a estos les da igual digan lo que digan los demás, sea el Rey o Perico el de los Palotes. Van a los suyo, Sánchez -con mascarilla con la bandera de España, que jamás se pone cuando viaja a Cataluña- con su socio preferente, el pistolero elGordo Otejjji, y el otro, el juez en excedencia, a terminar con la dispersión de asesinos etarras y llevarlos a las prisiones vascas, de donde saldrán, de una u otra forma, más pronto que tarde. De hecho, más de quince de estos presos ya salen de prisión controlados por una pulsera. ¡Pero salen! Y continuarán los homenajes, que, para el juez de la Audiencia Nacional y la Fiscalía son la manifestación de la libertad de expresión, no un delito de Humillación a las víctimas ni delito de Enaltecimiento del terrorismo. Todo son beneficios para los seguidores de los asesinos y los asesinos mismos, que ni se han arrepentido, ni han pedido perdón, ni colaboran con la Justicia. Así son, esos son los socios preferentes de Sánchez, unos angelitos.
No se podía olvidar el Rey, en la Pascua Militar, del Ejército español. Vestido de capitán general de los Ejecitos, Felipe VI agradeció a los militares su actividad abnegada en las misiones exteriores y la ayuda y colaboración en catástrofes dentro de nuestras fronteras, como en los incendios forestales, Filomena, el volcán de La Palma y durante la pandemia del covid. Para que luego vengan los socios Franquestein de Sánchez, como los golpistas catalanes o los independentistas vascos de laPeneUve -los que siempre traicionan- a vituperar o tratar de denigrar a las Fuerzas Armadas.
Mientras tanto, y pese a la indecente televisión pública española, Rtve, en su afán por ocultarlo, continúa el escándalo montado por el paranormal ministro de Consumo, Garzón. El comunista acaba de arruinar empresas ganaderas y a familias enteras por sus declaraciones a un periódico inglés asegurando que la carne de exportación española es mala y de animales maltratados. No rectifica ni se arrepiente de lo que ha dicho; es más, asegura que sus declaraciones las hizo como ministro del Gobierno de España, que lo apoya la viceministra -también comunista- Yolanda Díaz y que esta, a su vez, se lo había comentado a elBandido Prepotente. O sea, que, en consecuencia, Garzón habló con consentimiento y en nombre de Sánchez. ¡Cómo lo va a cesar! Menos mal que llegará el lunes, porque llegará, y la oposición, Casado, finalizará las vacaciones. Y todos arreglaos.