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jueves, 10 de diciembre de 2020

Sánchez condena a los madrileños

Así que, definitivamente, los compatriotas fallecidos a causa del coronavirus fueron hasta mayo 45.684. Es lo que se desprende del estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir que hace un año en esas mismas fechas era 18.557 menos, el número de muertos. Deducción lógica, el Gobierno socialcomunista nos ha ocultado cuántas personas fallecieron realmente, por una gestión catastrófica de la pandemia. Esos más de dieciocho mil muertos no son un desvío, como trata de justificar el ministrillo de Sanidad, Illa. Eso significa miles de ciudadanos menos y familias destrozadas. Con eso no se juega, ni con la muerte ni con el dolor y los sentimientos de las familias.

Cuando ya se sospechaba, de manera sobrada, que el Gobierno ocultaba las cifras, que nunca coincidían con el final que aportaba el INE, solo se le ocurrió al fantasma sinvergonzón de elEnterrador Simón bromear con los guarismos -broma macabra- afirmando que ese desfase entre una y otra cifras sería porque habría habido un accidente. Sí, un accidente con más de dieciocho mil muertos. ¡Mierda para él!

De todo ello también se deduce que, sin lugar a dudas, Sánchez ha mentido de manera descarada, como Illa, pese a que ambos se congratulaban de haber salvado la vida a cuatrocientos mil compatriotas. ¡El que no se consuela es porque no quiere! Pero si mal los del Gobierno, peor lo de elEnterrador, al que solo se le ocurre -a veces tiene ocurrencias, que mejor no desvelaba- achacar las dieciocho mil muertes a algún accidente. ¡Fíjense, curioso, y nosotros sin enterarnos!

Mientras tanto, Sánchez continúa tratando de arrinconar a Ayuso con todo el asunto de la pandemia. Ayuso, y los madrileños con Ayuso, lo han batido ya en varias ocasiones; pese a todo. Madrid continúa siendo la obsesión de Sánchez, elCaprichoso. Por tanto, de nuevo otra intentona de elPresi en su continuo intento de asalto a la capital del reino: ahora ya no serán trescientas mil dosis de vacunas las que recibirá la comunidad autónoma madrileña, como se había comprometido Sánchez. Madrid solo recibirá, en principio, un tercio de lo prometido, es decir cien mil vacunas para empezar. Desde luego, Sánchez quiere tomar Madrid al asalto, y, si no, condenar a los madrileños a la miseria. Los madrileños no deberían olvidar esta nueva afrenta de Sánchez.

Tras esta mentira del Gobierno en el número de fallecidos, mentira más que descubierta por el INE, continuamos a la espera de que Sánchez haga pública la relación de expertos -científicos y técnicos- que lo asesoraron y asesoran -eso decía- para la toma de decisiones en la pandemia, en la primera y segunda ola. Esperemos que no haya una tercera, o al menos que sea menos grave, atenuada por la vacuna, que se comenzará a poner en España a mediados de enero.

No por ello se termina la polémica sobre nuevas y continuas mentiras del Gobierno, centradas en esta ocasión en los ministros Marlaska y Calvé, con los traslados de los migrantes ilegales a la Península desde las islas Canarias. Son cientos los trasladados y luego dejados a su suerte, repartidos por varias ciudades del país. Las acusaciones del Sindicato Unificado de Policía (SUP), implicando al Gobierno en el "efecto llamada" y culpándolo de una posible inseguridad de salud pública continúa sin una respuesta razonable, lógica y clara del Gobierno, al que solo se le ocurre acusar de xenófobos a los policías. Pero, las acusaciones quedan sin respuesta. Otra menos, otra ocultación. Y a ver cómo resuelve la ministra de Exteriores, laSor, el conflicto del Sahara, ahora que los EE.UU. aseguran que es terreno marroquí, mientras que Marruecos ha hecho las paces con Israel. Ahí está el payaso comunista, que los deslíe.