Un asesino en potencia

¡Válgame el cielo! ¡Y que Dios nos coja "confesaos"! Si después del vídeo viral del niño que se tapa la cara con la bandera estrellada, amenazando con matar españoles, quemándolos, no interviene el fiscal -y el juez- del Tribunal Tutelar de Menores es que estamos peor de lo que nos suponíamos. Ahora vendrán los golpistas a decir que es un montaje de la extrema derecha para estigmatizar a los catalanes. Podrán decir misa, si quieren, pero lo cierto es que la imagen de ese niño se ha hecho viral. Sea un montaje, como pueden alegar los golpistas, o no, esto no puede quedar como está. Alguien tiene que desenmascarar a ese niño, futuro asesino en potencia, y, por supuesto, a sus padres, porque él solo no sabe montarse esa acción que no deja de ser la de un vándalo. 

Pero, oigan, que muy fuerte, que lean qué guion, el de un niño: "Vosotros fascistas, sois los terroristas. La próxima vez no quemaremos contenedores, os quemaremos a vosotros. Porque al fascismo se le combate. Feliz Navidad y puta España". Todo ello expresado en Catalán. Un adoctrinamiento más de los golpistas, que no paran, ni tan siquiera en las fiestas del afecto, que diría el socialista Sánchez. Al menos el mocoso felicita la Navidad. 

Urge pues que los tribunales actúen, pero ya. ¡Esto es inadmisible! Como resultan anadmisibles los tuiteres de los golpistas que circulan por la red -que luego han borrado, pero la huella está-, a los que les resulta incomprensible que la primera vacuna contra el virus en Cataluña se la hayan puesto a una señora que ni es catalana ni habla el Catalán. Porque, ya me dirán los jueces, si eso no es un verdadero delito de odio, xenofobia y racismo. ¡Y una puñetera envidia, que se la pueden comer con patatas! 

Josefa, la primera española en Cataluña que ha recibido la vacuna vive en una residencia, en cuya entrada reza un cartel en Castellano, en el que se felicitan las fiestas. Esa es otra, un cartel en Castellano, lo que les resulta inaudito a los golpistas, a los que queman contenedores , a los que cortan el tráfico, a los que atacan a la policía. Pues, nada más que decirles: más patatas.

Sobre todo, y en particular, más patatas para el presidente del Colegio de Médicos de Gerona, provincia española en Cataluña, José Villaplana -en Castellano-, al que le encantan -ha dado el "me gusta" en varios ocasiones- los mensajes que los tuiteros ponen en sus redes sociales, mensajes, ya digo, racistas y xenófobos, como poco. Por sus acciones los conoceréis. En efecto, ya sabemos quién ocupa la presidencia de los médicos gerundenses. ¡Vergonzoso, señor doctor! Abominable y vomitivo, viniendo esos "me gusta" de una persona dedicada a salvar vidas -eso se supone- pero que solo fomenta la violencia y el odio. ¡O acaso es que pretende llegar a ministro! Illa, quién lo iba a decir, lo es de Sanidad. Todo puede suceder.

A los representantes de esta gentuza, que no son otros que los golpistas catalanes, son a los que el Gobierno socialcomunista está dispuesto a conceder el indulto. Por aliviar tensiones y por deber moral, como argumentaba el ministro de Transportes y secretario de Organización de laPesoé. Los socialcomunistas abrieron la campaña de adoctrinamiento de los suyos, de blanqueo de los golpistas y de engaño y la mentira a los demás. Obligación moral y alivio de tensiones. ¡Serán sinvergüenzas! La mayor tensión la va a provocar el Gobierno socialcomunista si indulta a esos delincuentes golpistas y ladrones del dinero de todos los españoles.

El Gobierno, como digo, ha abierto la campaña de liberación de los golpistas. Si la comenzó el ministro de los Transporte, el que se reunió y dejó entrar en España a la vicepresidenta venezolana, la dulce Delcy -reclamada por los Estados Unidos y la Unión Europea por crímenes de lesa humanidad-, le ha seguido laViceUno, Carmen Calvo, para quien carece de valor el informe en contra del indulto elaborado por los fiscales del juicio del "unoacero". Vamos, que se la refanfinfla. ¡Hasta pueden decir misa, si les apetece! Pero, vamos, que lo mismo le debe suceder a los de laPepé, siguiendo el camino de la cobardía de Rajoy.