Todo lo que se diga sobre la masacre de París será poco, y lo más seguro es que se haya dicho ya todo, o casi todo. Pero, no por ello dejan de ser unos crímenes execrables, cometidos con la mayor vileza que se pueda imaginar, a sangre fría, y con odio y, en algunos casos, con ensañamiento. No podía ser de otra manera, cuando los autores proceden de la "yihad" , la banda de asesinos del Estado Islámico, a los que ya tenemos metidos en Europa, y bien pertrechados. Como quien dice, en casa. Más de ciento veintiocho muertos -que serán más-, entre ellos un español, y trescientos heridos, algunos de ellos muy graves. Se dice pronto.