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domingo, 13 de septiembre de 2020

Alsasua, una violencia genética

Sí, esta gente debe llevar la violencia en los genes; genes superiores, por supuesto, sin duda alguna, faltaría más. Son como una manada: le propinaron una paliza a dos guardias civiles y a sus respectivas parejas, por el mero hecho de ser agentes de la autoridad; luego, se manifestaron tantas veces como les vino en gana para protestar por las detenciones y posteriores condenas de los agresores y, desde hace unos años, se regodean celebrando el día del odio contra la Guardia Civil, España, los Reyes y todo lo que se ponga por delante. Son muy machotes ellos y muy machotas ellas, que de todo hay en la viña del Señor. Y si es utilizando la violencia, mejor para ellos, que debe ser uno de sus ideales.

Pues es que decidieron los jóvenes y no tan jóvenes de la localidad navarra de Alsasua celebrar un botellón. Por sus bemoles, que son raza superior. Como no podía ser de otra manera, no necesitaban de mascarilla, ni mantener una distancia mínima, que el virus no les entra, porque son ellos. Eso sí, lo de darle a la "priva" era lo recomendado entre la raza superior. Pero, claro, fue la guardia urbana, la policía municipal de allí, la que primero llegó al sitio para conminar a los delincuentes que se fueran con viento fresco a otra parte.

En principio, solo había habían acudido -o solo habían llegado hasta ese momento- a la convocatoria del botellón unos setenta "magníficos", que ante la llegada de la autoridad pidieron ayuda. Al rato ya eran trescientos. Así que a los que le tocó pedir ayuda ahora fue a los municipales. Llegaron refuerzos de la Guardia Civil y de la Policía Foral navarra. Y se armó la de Dios es Cristo. Eran trescientos, de los de los genes violentos, que se liaron a apedrear a los agentes, a sus coches -que son los nuestros- y a quemar contenedores, que también están pagados con los dineros de los impuestos.

Los infractores no pudieron, al fin, celebrar el botellón, pero se lo pasaron todavía mejor. Ejercieron la violencia como les vino en gana contra las fuerzas del orden público. Eso le produce a los jóvenes machotes y machotas de este pueblo más adrenalina que mareos por el alcohol. Así que se pasaron una buena noche apedreando a los agentes y quemando contenedores. O sea, una verdadera Kale Borroka, al más puro estilo de los cachorros de los etarras. Lo más curioso es que la fiesta se saldó sin detenidos y sin nadie a quién hacerle pagar los destrozos del mobiliario público.

Estos de las provincias del norte se salen siempre con la suya. Los del botellón de Alsasua se divirtieron sin gastar un duro. Los de las provincias vascas, representados por laPeneUve -los que siempre traiciona- de Urcuyu, ya se están relamiendo de gusto, por todo lo que le van a sacar a Pedro Sánchez, al gobierno socialcomunista, por apoyarlo en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. En principio, que se sepa, han logrado el visto bueno de Sánchez para que la selección de fútbol del País Vasco pueda disputar y disfrutar de encuentros oficiales. Se supone que tanto dentro del territorio nacional de España, como en el panorama internacional.

Ya ven, Sánchez, por seguir en La Moncloa, lo da todo, hasta el título de selección nacional a los separatistas vascos, que no son más que una comunidad autónoma. Esa es una de las concesiones de Sánchez a los de Urcuyu. Todavía no se ha destapado la parte económica, que la habrá, y será, no lo duden, sustanciosa. Por esa razón, la ciudadana Arrimadas debería ir tomando nota. Ya la ha dejado Sánchez aparcada en varias ocasiones en la cuneta: ha seguido incidiendo en negociar con los golpistas, ha enmarcado a Ciudadanos en la "foto de Colón" y, lo consabido, no negociará con ella hasta que tenga cerrado el acuerdo de Presupuestos con su socio de Gobierno, el payaso comunista. Pero, no sé, parece que la ciudadana no se entera, aguaderas.