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miércoles, 12 de julio de 2017

Corrupción y mala entraña

Todavía le resuenan en los oídos a laSeñáManuela, y no con alegría precisamente,  los pitidos que la concurrencia al homenaje a Miguel Ángel Blanco le dedicaba a la alcaldesa de Madrid en la Plaza de la Villa. No convence al personal su postura adoptada en el recordatorio del asesinato del concejal de Ermua, a quien vilmente los asesinos etarras le arrebataron la vida, hace ahora veinte años. Hay, todavía, quien justifica la no pancarta recordatoria en el ayuntamiento de Madrid y trata de exculpar a la alcaldesa, apelando a su trayectoria de cuando fue juez.