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sábado, 24 de abril de 2021

Los gayumbos ciscaos del payaso

Si ya estaba más que ciscao cuando se enteró de lo de la pintada en una carretera asturiana con lo de "coletas rata", escrito dirigido a un ciclista de la zona y suspendió sus vacaciones ipsofacto, imagínense la cagalera con la que estará adornando los gayumbos. El payaso comunista es un cagao -además de tontoelpueblo pijo ridículo de la casta de Galapagar-  y ante la dudosa amenaza de muerte contra él, su pareja y sus hijos lo más gallardo, lo más valiente, es decir que ahí está él, para el que quiera algo de él. Pero, el macho alfa lo único que sabe hacer es abandonar un estudio de radio ante los choriqueos de una presentadora repugnante, partidista y nefasta y correr a refugiarse en el casoplón de Galapagar. Allí se siente seguro, porque ni se sabe la releche de guardias civiles que lo defienden, y los que le habrá puesto, todavía mas, el ministro indecente Marlaska.

Por cierto, también amenazado de muerte el juez del caso Faisán, que a ver cuándo lo cuenta todo algún día, y amenazada también la directora de la Guardia Civil. La estimada señora se ha prestado ha hacer campaña por laPesoé del páter Gabilondo o de Sánchez, ni se sabe, como el impresentable presentador de una cadena de teuve, que aparenta ser más gallo de lo que es en realidad, un gallina. Pues, ala, todos juntos por la Puerta del Sol, camino de la Gran Vía por la calle Montera, y que cierren la puerta al salir.

Porque, miren, antes de que Monasterio pusiera en duda la veracidad de las amenazas de muerte contra el trío calavera, ya desde esta misma página surgían, con todo convencimiento, las dudas. Eso sí, no sin antes repudiar todo tipo de amenazas, como las de los macarras de Vallecas o las de los etarras y las del GRAPO o cualquier otro tipo de banda terrorista y criminal, como la de la familia de los Pujjjol, el que fuera presidente de la Generalidad catalana, el muy deshonorable, el que robó a España no se sabe todavía si cientos o miles de euros.

En efecto, los sindicatos mayoritarios de Corrreos, Comisiones Obreras y UGT, ambos de tendencia roja, de izquierdas, o sea que en este caso nada sospechosos han expresado, los dos, su extrañeza por las cartas amenazantes de muerte recibidas por el trío calavera -el payaso comunista, Marlaska y la directora de la Guardia Civil- . Es que no se creen los sindicatos que esas cartas les hayan podido llegar a los aludidos, en este caso denunciantes, a través de Correos dadas "las elevadas medidas de seguridad de la empresa pública". 

Lógicamente, los sindicatos piden una investigación, como la exigimos todos los ciudadanos. Primero, por nuestra propia seguridad, de lo que alguien, de ser cierto, tendría que responder y, después, para comprobar la certeza de los que afirman que han recibido esas amenazas de muerte por carta, incluidas las balas de Cetme, que no son unas miniaturas. Que a los presuntos delincuentes, de existir, les caiga sobre ellos, como ya hemos indicado en más de una ocasión, el peso de la Ley. O, por el contrario, si se demuestra una mentira, que se vayan para sus respectivos domicilios y se confinen en ellos de por vida. Y que les caiga lo que les tenga que caer. Que para guerracivilistas ya están los golpistas catalanes, los independentistas vascos y los asesinos etarras.

Miren, y por lo demás, que nos dejen tranquilos, que nos tienen hasta las orejas y el rabo. Pero, no van a salir a hombros, porque son unos cobardes de mierda: no les digo ya si se demuestra que todo es una mentira, una patraña montada para despertar a los de las izquierdas para que acuadan a votar el 4M

Miren y remiren, que si están ciscaos nosotros no tenemos la culpa. Lo que nosotros queremos es que nos vacunen, que nos inoculen ellíquido salvador. Porque por su culpa, la de elPrepotente presidente, del gobierno socialcomunista del que forman parte los presuntos amenazados, nos están dejando morir cada día que pasa a más españoles, porque han sido, lo son y prometen seguir siéndolo unos inútiles y unos gestores de caca y que por su culpa, grandísima culpa somos cientos los contagiados, muchos cientos por el virus y miles los fallecidos, miles más los que nos ocultan. Eso sí que son amenazas reales de muerte. Como para que nos quite le dormir las amenazas que les han proferido a el trío calavera, si es que son reales. La Justicia lo invbestigará, pero seguro que no investigará la gestión del Gobierno que tan trágicos resultados está ocasionando a causa del virus.