Así como Tejero se
subió al estrado de oradores del Congreso
de los Diputados, la presidenta Forcadell
se sentó en la silla presidencial del Parlamento
autonómico catalán. Así como Tejero
llevaba arma de fuego en mano, laForcadell
utilizó su mano para activar el arma informática para publicar traicioneramente
en el Boletín de ese Parlamento la
propuesta de Ley de Referéndum para el UnoaCero. Así como era evidente que Tejero entró en el Parlamento para abolir la democracia, laForcadell negaba, de manera cobarde,
que no había sido ella la que conectó la Ley
contra la democracia en Cataluña.