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sábado, 19 de febrero de 2022

Ayuso y MAR, a por todas

Ni con reuniones secretas logran estos de laPepé cerrar la crisis, que ya va para cuatro días, y que parece que se agravará en la mañana dominical con una concentración de los partidario de Ayuso ante la sede de Génova, si antes no logra desactivarla la dirección nacional del partido. De la reunión del viernes entre Casado y Ayuso no ha salido acuerdo alguno que pueda acercar a las partes, camino de una reconciliación. ¡Pero, ni por esas! Dos no se pegan si uno no quiere, y parece que Ayuso está a por todas. Mientras la dirección del partido recula y retiene el expediente contra Ayuso, al dar por buenas las explicaciones de esta sobre el asunto de su hermano Tomás, desde Sol -fuentes cercanas al entorno de Ayuso- han filtrado que en Génova le pidieron que dijera que no había existido espionaje a ella y a su familia. Vamos, que reunión "infructuosa".
Ese fue el detonante del escándalo, el espionaje. Es muy posible -aunque tampoco de momento se puede descartar- que ese espionaje no existiera, al menos por parte de la empresa de detectives a la que se le atribuía, que lo ha negado. Pero, eso ha servido como hilo conductor de una trama de un relato de novela negra, que los asesores de Ayuso, explotarán con todas sus consecuencias, pese a que ignoran cuáles serán estas, y puede que estén abrumados por las que ya conocemos; no obstante, no van a echar marcha atrás, no retrocederán como ha hecho ya, en parte, Casado. A lo que se ve, desde Sol están dispuestos a estirar el hilo, incluso hasta que se rompa. Ayuso está interpretando muy bien su papel, pero su guion se lo están escribiendo otros, principalmente el ya denostado Miguel Ángel Rodríguez, más conocido por MAR, el vallisoletano al que Aznar tuvo como portavoz de su Gobierno de España, pero al que no quiso jamás nombrar ministro.
A todo esto, el alcalde de Madrid, Martínez-Almeida, no la ha vuelto a piar. El espionaje a Ayuso parece que partía desde una empresa pública dependiente del ayuntamiento madrileño. En su última comparecencia, Almeida aseguraba desconocerlo; sin embargo, su coordinador municipal, Carromero -cercano a Génova- dimitió  a las pocas hora sin dar explicaciones, ni él, ni Almeida.
Y oigan que así estamos. Los de Ayuso preparándole su apoyo de mañana a las puertas del partido en Madrid, los de Génova tratando de evitarla y los barones con un cabreo de mil demonios, con la mirada  puesta en un congreso nacional extraordinario de laPepé, si no se cierra esta crisis, cuanto antes mejor, y si Casado no cesa a su secretario general y hombre de confianza, el murciano Egea. Este ya habría dicho a Casado que se retiraba si el problema es él. Pero quien parece no tener intención de hacer lo mismo es el asesor de Ayuso, MAR. Y más cuando el tándem Ayuso-MAR se la han vuelto a pegar a Casado.
Con lo fácil y sencillo que hubiera sido que Ayuso hubiera dado hace seis meses la explicaciones que dio ayer y que Casado hubiera convocado el congreso regional de laPepé de Madrid. Pero aquí se juegan mucho todos, porque quien domine el partido en Madrid tendrá mucho que decir en las ampliaciones que se prevén de la capital del reino. Y MAR quiere decir mucho y Casado también.