Traductor

Buscar en este blog

viernes, 1 de abril de 2022

Viernes pasado por gasolina

Vaya caos nos tenía preparado el gobierno socialcomunista con lo de las gasolinas. Gasolineros impotentes y medio arruinaos y clientes encabronaos y con los depósitos en la reserva. Una vez más, la incapacidad de este gobierno en evidencia y, una vez más, la capacidad de este gobierno para jorobar al personal. ElBandido Prepotente continúa en sus trece, en el aprendizaje de otro inútil, elCetape, con lo de mientras peor mejor. Pero, fíjense, este caos viene a coincidir, precisamente, con el congreso que los peperos celebran en Sevilla para la reunificación del partido. A ver quién es el guapo que no piensa, aunque solo sea por un momento, en que esta fecha del viernes negro de la gasolina no la ha hecho coincidir el Ejecutivo con el Congreso de la renovación en laPepé. Desde luego, la mayoría de los informativos televisivos abrieron con la gasolina, no con laPepé.

A todo esto los peperos iniciaron su congreso sevillano bajo el lema Lo haremos bien. Ya les vale a los de la derechona, solo faltaba que nos hubieran dicho que lo harían regular tirando a bien. ¡Vaya publicistas! Pues, comienza la era del gallego Feijóo como pidiendo disculpas porque lo van a hacer bien. Menos mal que, al final, de la jornada el gallego se destapó -es gallego-, afirmando que había "venido aquí para ganar y gobernar". Coñe, le ha costado al hombre decir que son los mejores y que van a gobernar este país. Por ahí tenía que haber empezado y por ahí tiene que seguir, no subiendo y bajando escaleras.

O quizá esperaba, porque no se fiaba -es desconfiado, es gallego- de lo que el abulense Casado pudiera decir en su despedida, aunque todo estuviera pactado y bien pactado, Feijóo prefirió esperar. Una vez que Casado anunciaba que se retiraba a un lado -pero no dijo a dónde iba-, que dejaba su escaño y le agradecía -un pequeño pellizco al nuevo presidente- que hubiera escogido a parte de su gente para la nueva andadura -Gamarra, por ejemplo-, Feijóo se desmelenó y, por fin, dijo lo que dijo, que a ver si lo logra, porque, aunque todos predican en Sevilla la unidad del partido, el partido necesita de muchas suturas, de mucho saneamiento. 

Mañana continúa el congreso exprés de los peperos, pero la vida continúa. Y tanto, que la vicepresidenta comunista de la comunidad valenciana, Mónica Oltra, la otrora repulsiva miembro de la oposición, que exigía dimisiones de todos por casi respirar, se niega a dimitir, ahora que la van a sentar en el banquillo por su papel nada claro -por eso la quieren empapelar- en la violación por parte de su exmarido de una menor de acogida y tutelada por el gobierno valenciano. A ver si nos vamos aclarando.

Estos comunistas es que son la releche. Hay que hacer lo que a ellos se les viene en gana, y, oigan, que en muchas ocasiones se salen con la suya. Como en el día de hoy, donde han impedido por la fuerza que representantes de Vox participaran en un acto en la Complutense. Claro, para ellos eso es escrache y sus escraches no son violencia. Los extremistas de izquierda, los comunistas, parece como que estuvieran protegidos por el rector de esa Universidad.