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jueves, 13 de abril de 2017

Engañar a la mamá

Si alguien se pensaba que Junqueras se chupaba el dedo, la herró. El republicano sabe bien en dónde poner el ojo, que, ya entendemos, donde lo pone llega la bala. Bien veía, bien, que el asunto no estaba nada, pero que nada claro. Ahí se va a arriesgar él a firmar la compra de las urnas para el referéndum de septiembre, para que lo inhabiliten per sécula seculorum y cerrarse la entrada a la presidencia de la Generalidad. Bien veía él que lo de los Esteits Unaites no iba a ir más allá y que lo de Ginmi Carter estaba "despachao" con un puñado de cachuetes.