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jueves, 3 de septiembre de 2020

Las bebidas espiritosas de la lenguaTrapo

Oigan, que miren, que no había salido de palacio el pepero Casado y ya estaba la deslenguada ministra lenguaTrapo poniéndolo a parir. ¡Pero, cómo pretende el socialista Sánchez llegar a acuerdo alguno con el principal partido de la oposición! Estaba claro que Casado le iba a decir que no quería negociar los Presupuestos mientras esté en el Gobierno el payaso comunista e igualmente claro que Sánchez no pretendía convencerlo, porque le da igual. Hombre, si sonaba la flauta por casualidad, pues adelante con los faroles. Pero, lo que Sánchez pretendía, ya lo sabíamos todos, era que el de la derecha se retratara ante los del Ibex, mientras el socialista pretende engañar al personal.

No ha entendido nada el presidente del gobierno socialcomunista. Para él esto de la gobernanza es como un juego, como si fuera un niño construyendo un "exincastillos" y, como tal, como un niño se comporta. Un niño mimado, que con los años se ha convertido en un estúpido caprichoso, con la máxima de que, el que no esté con él es su enemigo. Traducido a la realidad actual: un engreído presidente, con el que la vida se ha portado muy bien y que lo ha premiado, sin méritos para ello, ni intelectuales ni de hombre de Estado; sin embargo, pese a su incapacidad, le ha premiado con la presidencia del Gobierno de España. De un país de los mejores del mundo, al que, cada día que pasa, van destruyendo un poco más.

Le faltó tiempo, tras verse con Casado, después de seis meses y medio sin dirgirle la palabra, para aceptar convocar en cuanto antes la "mesa de diálogo" con los golpistas catalanes y revisar las propuestas que los de laPeneUve le han presentado, pero que no han expresado públicamente, todavía. Sobre los independentistas vascos no hay que estrujarse mucho el frontis: dinero, dinero, dinero y más competencias, sobre todo, y principalmente, las penitenciarias, las de las cárceles, que están deseandito, les urge, poner en la calle a los presos asesinos etarras. y ver la manera de cómo expulsar a la Guardia Civil -que ganas tienen-, de una vez por todas, de la Comunidad Foral de Navarra.

Con los golpistas, y mientras siga Sánchez negociando con los Ciudadanos de Arrimadas, parece que no tiene mucho que hablar de los Presupuestos. Pero, eso es solo de momento. Es todo una pantomima. Si no pacta con los golpistas, para eso tiene a Arrimadas, más perdida que un perro en el desierto; pero, ahí está, metida entre las dunas, enterrando al partido. Ya hay quien clama por la vuelta de Rivera, y los allegados a este tampoco lo descartan. Pero, no sabe Arrimadas con quién se la está jugando. ¡No lo sabe, no! A la menor que se descuide, es decir, en cuanto Sánchez pueda ver la posibilidad de acuerdos con los golpistas, la planta en un santiamén. 

Y si no, ya ha podido oír -pero es bueno que escuche lo que dice- a la ministra lenguaTrapo -y mal hablada por su dicción- tras las reuniones de Sánchez con los republicanos golpistas y laPeneUve -los que siempre terminan traicionando-. Su "elocuencia y emoción" la traicionan, hasta el punto de asegurar que está "convencida de que hay mucho que nos une, pero sobre todo el amor a España". 

Eso dijo, sí, la ministra lenguaTrapo. Semejante salvajada no se la cree ni el más optimista de los negociadores. ¡Anda que no se habrán carcajeado el republicano y el independentista! Hasta habrán especulado con que si la ministra estaba en sus cabales o habría olido aroma de algún líquido espiritoso. ¡Vaya usted a saber! Estos dos respiran el mismo amor por España que elViceDos del gobierno socialcomunista, el payaso comunista Jócker, que ya estará moviéndose, como lagartija, por entre los entresijos políticos para convencer a los socios de la Investidura de Sánchez para que negocien los Presupuestos -él incluido, como comunista de pro, los golpistas, los independentistas vascos y los etarras-, no sin antes, claro, proponerles a algunos dádivas y, hasta, si cabe, algún conato de referéndum. Entonces, a los Ciudadanos y a Arrimadas se les plantearía un futuro más que incierto.