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jueves, 5 de noviembre de 2020

Sobrevivir con un Gobierno que delinque

No se puede decir taxativamente qué es más grave si la fulminante desaparición del Español en la Enseñanza en Cataluña -que se irá extendiendo por todo el país- o la censura con amenazas que se ha montado laViceUno. O ambas cosas -que la Fiscalía debería estudiar si son constitutivas de delitos- se complementan. Ya lo ven, ahora será el Gobierno socialcomunista el que decida qué es o no noticia. Antaño, Fraga se sacó de la manga una Ley de Prensa e Imprenta, que ya no rige, afortunadamente. En su defecto, Sánchez, y en su representación laViceUno, Carmen Calvo, nos ha metido en el BOE lo que denomina "procedimientos de actuación contra la desinformación, aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional".

En resumen, y siendo precisos, huyendo de ser una "fake news", que en español resulta más clarito y se entiende mejor como una falsa noticia, el Gobierno socialcomunista quiere implantar la autocensura en los medios de comunicación, amenazando con represalias. Más claro: pobre de aquel que publique algo contra los socialcomunistas en un medio -entiéndase medios de comunicación y redes sociales-, que se atenga a las consecuencias. Ahí va a estar el "Gran Hermano" vigilándonos, a todos, día y noche. Van a ser Iván Redondo -jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno- y Miguel Ángel Oliver, secretario de Estado de Comunicación, quienes decidan las noticias que son ciertas y las que no. 

Vamos, que Miguel e Iván serán los censores oficiales del Reino, o si se prefiere los nuevos inquisidores y los mejor pagados, y sus respectivos equipos, que pueden contar o no con entidades sociales públicas y privadas para asesorarse. Y con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), a cuya comisión parlamentaria pertenece elViceDos, el payaso comunista, al que Sánchez coló durante el confinamiento a través de un decreto. Todo ello nos viene a recordar, en efecto -y como ya adelantara entonces el general Santiago, de la Guardia Civil- que el Gobierno no se ha cortado en esta ocasión para confirmar lo expuesto por el General. Entonces nos espiaban en secreto; ahora, de manera descarada, vergonzosa, intrigante y amenazadora, a través de otro decreto ley, ya publicado en el BOE, sin consulta previa o información a las Cortes.

¡Cuántos decretos de este estilo y sobre otros asuntos nos esperan durante los próximos seis meses, sin que de ellos tenga conocimiento el Parlamento! Es más, podrían cerrar las Cortes, porque de nada nos sirven. Para eso están los decretos y, al menos, nos ahorraríamos los sueldos de sus señorías. Aquí el que se mueva sí va a salir en la foto y de ahí al trullo. Como el Gobierno va a decidir qué es noticia, de poco o nada nos sirve la libertad de expresión, y menos aún los tribunales, que serían los que deberían decidir si algo publicado es constitutivo o no de delito. De las asociaciones de la prensa o de la Federación de Asociaciones de la Prensa, mejor ni hablar; están desparecidas.

Pues, fíjense, nos encontramos al principio del estado de Alarma que va durar seis meses, y ya nos regala el Gobierno socialcomunista este primer decreto contra la libertad de expresión, al que viene a complementar su acuerdo con los golpistas para hacer desaparecer el idioma Español de las escuelas, institutos y universidades como lengua vehicular. Aquí ya no se corre el peligro de perder la libertad de expresión, aquí es que ni nos vamos a poder expresar en el idioma que nos apetezca.  Esto lo extenderán por todo el territorio nacional. Se quieren cargar el segundo idioma más hablado en el mundo. Están contraviniendo, además, a todas luces, la Constitución

Otra aberración más contra los españoles por parte de los socialcomunistas. Se saltan la Ley para destruir España y contentar a los golpistas para que apoyen la aprobación de los Presupuestos, mientras les permiten seguir abriendo nuevas embajadas en el extranjero. En nada otorgarán a los peneuvistas -los que siempre traicionan- las competencias sobre las prisiones, para que suelten a los terroristas de ETA y contentar a los Bilduetarras. Y, pronto también, indultarán a los golpistas -dos de ellos, Bassa y Forcadell disfrutan desde hace tiempo ya del tercer grado, prácticamente de la libertad-. Van haciendo sitio en las prisiones, porque, además de estos que las quedarán libres, serán los pocos etarras dispersos por las prisiones españolas los que dejen el sitio para otros. Y mejor no preguntarse para quiénes.