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Lo de la AstraZeneca y la combinación de esta vacuna con otra, Pfaizer, para inocular la segunda dosis a los menores de sesenta años le ha venido a elPrepotente como anillo al dedo. Ya saben, y lo que sigue. Pero, lo que sigue es para los afectados, porque les están dando por todas partes. Primero, está retrasando en demasía Sanidad -es decir el Gobierno- el poner la segunda dosis, tanto a los de sesenta como a los mayores de sesenta. La inquietud y la intranquilidad y la desconfianza -no es para menos- se está apoderando de ellos. Resulta incompresible que haya que firmar un papelito para la vacuna, como si de una intervención quirúrgica de alto riesgo se tratara.
Todo basándose, la desagradable ministra de Sanidad, en un informe de la Carlos III -¡que ya les vale!- sobre un estudio en trescientas personas, cuando son ya millones los vacunados con las dos dosis de AstraZeneca. Desde luego, el trabajo no se ha desarrollado de una manera científica. Eso es evidente. Ahora resulta que en España se han producido cuatro casos de trombosis. ¡Vaya usted a saber si son de verdad, si realmente esos casos son aplicables a la vacuna, consecuencia de la misma! A estos tipejos del Ejecutivo no se les puede creer ya nada. Lo jodido es que lo que están logrando es acojonar al personal, a la vez que levantan una nube sobre la que tienen armada con los indultos a los delincuentes golpistas catalanes. ¡Ahí, ahí!
Por ahí ya no pasa nadie. No se lo cree ni el superhombre monclovita Iván Redondo, a quien se supone está detrás de toda esta campaña. ¡Está acabado, si esto es su gran idea! No se puede jugar con la salud de la gente de esta manera tan descarada, tan vergonzosa e impúdica. Ni que la señora ministra de Sanidad -empatada con Illa en necedad e ineptitud gestora- se enfade con las comunidades que no están de acuerdo con ella, afirmando que con la mezcla de las dos vacunas se puede salvar una vida en cada cien mil personas. ¡Increíble! Podría ser cierto, o no; pero, es que no aporta ninguna prueba científica. ¡Pero, alguien se puede creer que al Gobierno, que elPrepotente y el que fue su exviceministro dos -el payaso comunista- les ha preocupado alguna vez los fallecimientos de nuestros compatriotas, cuando están todavía negando que se haya sobrepasado con creces la cifra de más de cien muertos por el virus!
Ya les digo, todo una cortina de humo, para tapar lo del los indultos. Es más, continúan insistiendo los del Gobierno que es a ellos a los que les corresponde la decisión final de indultar, por el bien de España y de los españoles. Cara para parar un tren les sobra. Si nadie les niega su potestad. Pero, coño, igual que pueden concederlos pueden no otorgarlos. Vamos, clarísimo. Ese es el argumento de la campaña en favor. Eso y tratar de desprestigiar al Supremo, a la Justicia, que se ha mostrado rotundamente contrario a otorgar esa medida de gracia a los delincuentes golpistas, que ni se arrepienten, y volverán a incurrir de nuevo en el mismo delito; tampoco apoya la Fiscalía al Gobierno en sus pretensiones. La Abogacía del Estado ha preferido no pronunciarse, lo cual está muy mal; habría que conocer su posición, que para eso cobran del Estado.
Quieren elPrepotente, su sabio asesor y muchos socialistas resolver en cuanto lo de los indultos, no siendo que se acerquen demasiado a las elecciones. Que esa es otra. A la oposición a los mismos del que fuera presidente del Gobierno, el socialista Felipe González, se suma el que fuera su exvicepreisdente, Alfonso Guerra, y algunos presidente de comunidades autónomas como los de Castilla-LaMancha y Extremadura. No así el expresidente elCetapé, que fue y sigue siendo un verdadero canalla.
Pero, no se fíen de lo que nos digan; pero, ni un pelo. Son todos socialistas, y los socialistas son una familia. Ya me entienden. Lobo no mata a lobo. Los contrarios a elPrepotente contribuyen a espesar la cortina de humo sobre el origen del problema y logran que esto se vea como una crisis dentro del partido. Nada más lejos. Insisto, los socialistas, hay que conocerlo por dentro, son una familia y lavan los trapos dentro o fuera de la casa, según les convenga. De momento todavía ninguno se ha ido del partido. Los que se han ido es porque los han echado, Leguina y Nicolás Redondo, aunque en realidad les han abierto un expediente disciplinario. Créanme, son así.