Encerrona con chantaje

Lo más importante, quizá, del mitin que elPresiSánchez largó a los empresarios y representantes sindicales es que los primeros han pasado por completo de dar su opinión sobre lo oído y visto en la Casa de América en Madrid. El "chou" que sus asesores habían preparado para el final del acto resultó todo un fracaso. Los sesudos asesores de Sánchez instalaron una especie de alfombra roja para la salida, por la que fueran pasando, y retratándose, principalmente, los empresarios asistentes, entre ellos la presidenta del Santander, Ana Botín; la de Red Eléctrica, Beatriz Corredor; el presiente de Telefónica, Álvarez Pallete; el de Iberdrola, Sánchez Galán; Inditex, Pablo Isla. Y un largo etcétera.

Vamos que la flor y nata de las "pesetas" del país, que acudieron a la cita porque habían sido invitados, es decir que por cortesía, por no desairar al presiden del Gobierno de España, que un desaire habría estado feo. Eran conscientes, en definitiva, de que llegaban a una encerrona de Sánchez, que contenía también un chantaje para el líder de la oposición, el pepero Pablo Casado, por supuesto, ausente. Esta reunión no era para políticos, sino para las "fuerzas del Ibex", que, en otros tiempos se habrían denominado fácticas, a falta del clero y del ejército.

No se "retrataron al salir" los asistentes, excepto una señorita de las conocidas como "influencer" y los líderes sindicales, y eso porque los "ayudantes" de Sánchez los forzaron a ello dirigiéndolos hacia el punto de encuentro con los periodistas y las cámaras. Los otros, ya están "resabiaos". Solo de pensar en el lema de la conferencia de Sánchez, "España puede", a más de uno se le revolvió el estómago, no precisamente por ver a elPresi, sino porque ya desde el principio les metiera o tratara de hacerles digerir un lema tan podemita como imbécil.

Más de uno de los asistentes, seguro, pensó que qué hacía él allí en un lugar como ese, oyendo -que no escuchando- a un chiquilicuatre pedir "unidad, unidad, unidad" para salvar a España, a la vez que insultaba al líder de la oposición acusándolo de no tener derecho a no "arrimar el hombro". Maldita la falta de educación de Sánchez y su desvergüenza, cuando ha dado entrada en el Gobierno a los payasos comunistas y ha llegado donde está tras una moción de censura a Rajoy, aliándose con los golpistas, los independentistas y los terroristas, los que ansían -es su principal objetivo- destrozar España.

Eso tuvieron que aguantar los asistentes, aunque entre ellos encantados estaban los sindicatos, el hermano socialista de laPesoé, es decir, UGT, y el primo carnal de los comunistas, o sea, Comisiones obreras. Así y todo, Sánchez se echó un farol, como es su costumbre, en el sentido de que este gobierno está para quedarse, mientras exigía a la oposición -ausente- que se mojara para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC).

Ambos, Sánchez y Casado se reunirán mañana, Dios mediante, en el palacio de La Moncloa, después de meses sin mantener un contacto, tan siquiera vía telefónica. Sánchez ha despreciado al principal partido de la oposición y, en particular a su líder, Pablo Casado, cuando no ha insultado a ambos, a través de su portavoz parlamentaria, la ignorante y analfabeta y mal educada, Adiana Lastra. 

En la reunión de mañana, Sánchez tendrá que demostrar que tiene verdadera voluntad de sacar adelante España y que, realmente, quiere contar con la ayuda de la oposición. Cuestión harto difícil cuando ya los integrantes del gobierno socialcomunista están de acuerdo en que las negociaciones y los acuerdos con otras fuerzas políticas tendrán el límite que han acordado previamente ambos socios del Gobierno. Por tanto, es muy difícil que se pueda llegar a un acuerdo de renovación de órganos judiciales y a otro para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. 

No obstante, Sánchez se ha querido preparar el camino para, en su caso, dejar en ridículo a la oposición. Pero, su gran problema es que nadie se fía ya de Sánchez, de sus fantasmadas, y menos de su socio el payaso comunista. Sánchez es el personaje que peor ha gestionado la pandemia del coronavirus en Europa y uno de los peores del mundo, y ha arrastrado al país a la banca rota. Es muy probable que esto pensaran los invitados a su conferencia, incidiendo, en particular, en el segundo aspecto.