Mejor se escondía elPedroQué?
No hacía falta ni que lo anunciara, es tan básico como previsible. Era un favor
–de los que vaya usted a saber cuántos más- le debía a los traidores
peneuvistas de Urcuyu. ¡Vaya
razonamientos! Como la democracia acabó con ETA –que no la derrotó, como afirma Sánchez, porque no hubo ninguna guerra-, ya no tiene sentido
castigar a los asesinos, es decir que ya adelanta más elPresiSánchez: en
breves, cambio de cárceles pata los asesinos y, poco más adelante, a la calle;
hasta es capaz de justificar el hecho en que mejor están libres produciendo que
encerrados y gastando recursos del Estado.
Este hombre es así.