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lunes, 22 de febrero de 2021

Un "regalo" de más de veinte mil muertos

No se puede ser más irrespetuoso y sinvergüenza con las víctimas. Ni más tonto ni más imbécil, y por algo ya se tiene ganada una plaza, por méritos propios, en el Imbeciliario nacional. Desde que elEnterrador Simón se cruzó en la vida de los españoles, nos trajo mal fario. Al informe científico de una Universidad de Cataluña, en el que se concluye que si el confinamiento de marzo se hubiera producido siete días antes se habrían evitado más de veintitrés mil fallecimientos por Covid-19, el insensato Simón responde que si se hubiera confinado desde enero probablemente se hubieran evitado todavía más. Y lo que nos seguimos preguntando es por qué no se va a su casa elEnterrador o por qué no lo echan.

Con la ausencia de Simón nos ahorraríamos las mentiras que nos mete desde que sale en la tele; aunque, afortunadamente, ya no lo cree nadie. Lo triste es que ha hecho mucho daño, mucho. Si en la primera ola de la pandemia se produjeron oficialmente veintiocho mil fallecimientos, según el informe de la Universidad Rovira y Virgili solo habrían fallecido cinco mil compatriotas. ¡Esto es muy gordo y muy duro de escuchar y asumir, sobre todo por los familiares de las víctimas!

Es que hay que recordar -¡memoria histórica reciente!- que el energúmeno de elEnterrador afirmaba unos días antes de las manifestaciones feministas del 8M que no había peligro alguno, que él no dudaría en enviar a su hijo a manifestarse. ¡La parió! Pero es que con anterioridad se mostró seguro, segurísimo, de que el virus no afectaría más allá de una o dos personas en nuestro país, que se producirían tan solo un par de contagios como mucho. Esas palabras pronunciadas por el representante de los "asesores" técnicos y científicos del Gobierno socialcomunista resultaron ser luego una bomba que exterminó a cientos de miles de ciudadanos. Según el Gobierno veintiocho mil, extraoficialmente, al menos, veinte mil más. Y ya habíamos visto morir a cientos de italianos.

Ahí surgió otro de los momentos más crudos para los familiares de las víctimas, la sorna con la que elEnterrador se dirigía a los españoles en el sentido de que la diferencia entre las cifras oficiales y las extraoficiales se habría producido en un accidente enorme, del que Simón no tenía conocimiento. ElEnterrador y el ministro de Sanidad de entonces, Illa, un lego en asuntos sanitarios la armaron buena poco después cuando se burlaban de la necesidad del uso de mascarillas, cuando los científicos de verdad ya tenían demostrado que la transmisión del Covid-19 se transmitía por aerosoles.

Estos dos mentecatos y elPrepotente mintieron y metieron al país en una encrucijada sin salida, una encrucijada social y otra económica. Pero, a ellos siempre le dio igual. Avisados estaban desde enero por las autoridades sanitarias europeas de que no se permitieran reuniones masivas ni aglomeraciones, porque la propagación del virus era rapidísima y había que tomar las medidas preventivas posibles. Ahí sí que tiene razón elEnterrador. Sí, en efecto, si se hubiera confinado en enero, más muertes se habrían evitado. ¡Quién carga ahora con la culpa!

Quién carga también con la culpa de los actos de vandalismo que durante seis días han estado protagonizando en Madrid y Barcelona los de la extrema izquierda. Los antifascistas-pacíficos, que han dado al traste con más de medio centenar de policías heridos, establecimientos destrozados y comercios saqueados y mobiliario urbano destruido. Los de la Generalidad, golpistas ellos, no tienen nada que decir contra los delincuentes, la alcaldesa de Barcelona tampoco, hasta la Iglesia se ha negado a censurar los actos guerreros de los antifascistas. Tampoco los ha condenado el payaso comunista tontoelpueblo y pijo de Galapagar. Es más, el argentino portavoz de los comunistas en el Congreso de los Diputados -condenado en dos ocasiones- alentaba a los violentos a seguir con la violencia. 

Las denuncias ya van llegando. A ver si al final nos reímos todos.