Con un par, hombre. Ha hecho muy requetebién el
aspirante Pablo Casado. Sin amilanarse,
plantando cara a la exViceSorayita.
No sé si el miedo a perder le ha impulsado a ello o que está convencido de que puede,
incluso, hasta ganar. Desde luego, la que ha demostrado su soberbia y que no
sabe perder es Sorayita. Le ha sentado como una patada en las nalgas el hecho
de que Casado le vuelva la espalda y
no acepte ser “su” secretario general, como si ella ya hubiera sido elegida y coronada
presidenta de laPepé, con aire
supremacista, con un aire sospechoso de tramontana; de momento no ha insultado,
pero su postura ofende.