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Vaya por delante que la excajera de supermercado y actual ministra de Igualdad, la comunista Irene MonteroMontereMontera, dueña de un casoplón en Galapagar, rabiaba cuando no era ministra y no tenía el casoplón. Poco menos que maldecía y sacaba los colores a los políticos que colocaban a sus amigos. Para la excajera ese hecho en sí no constituía una ilegalidad, pero sí significaba, sin duda, una clarísima corrupción. Escupió muy alto la excajera, y el lapo le ha caído entero en boca propia. Pero, oigan, que le da igual, que ya es ministra y ya tiene un casoplón y una niñera para sus retoños a la que paga de manera puntual -acaso con el dinero de ustedes- y de manera generosísima.
No lo ha podido ocultar por más tiempo. Ha colocado en su ministerio a otra comunista, pero condenada por la Justicia. Una tal Isa Sierra, que les sonará, como le suena en propia piel a la policía que agredió e insultó llamándola de todo. La agente cumplía con su deber en los trámites de un desahucio. Ella, sin embargo, descargó todo su odio contra la policía. Lo mismo que el rastas, exnúmero tres del mismo partido con el payaso comunista. Pues, el rastas también ha sido condenado recientemente por patear a un policía en Tenerife. Bueno. Los hechos ocurrieron hace siete años; pero, por más que lo ha intentado, no ha podido eludir, finalmente, a la Justicia.
Bueno, pues eso, a lo que íbamos. La excajera ministra no solo a enchufado a la delincuente Isa Sierra, sino que para que esté acompañada ha dado trabajo también en su ministerio a los camaradas Celia Meyer y Carlos Sánchez Mato. Ambos fueron concejales en el ayuntamiento de Madrid con laSeñáManuela y ambos dos se encuentran imputados por presuntos delitos de malversación y prevaricación de cuando eran concejales. A lo que se ve, la excajera comunista ministra es también buena católica, apostólica y romana -ahora los comunistas defienden a capa y espada al Papa-, al aplicar una de las buenaventuras a sus camaradas, como es la de los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. A estos no solo les ha aplicado la buenaventura -lo de la Justicia ya es otro cantar-, sino que ha venido Dios a verlos y a llenarles los bolsillos: la condenada Isa Sierra tendrá una nómina de 60.000 euros al año, mientras que la de los imputados Celia Meyer y Carlos Sánchez Mato rondará los cincuenta mil euros anuales. Amén, con lo de la corrupción.
Hombre, lo que se dice corrupción corrupción no es, pero el agravio que elBandido Prepotente hace en sus Presupuestos con los madrileños constituye casi un delito. ElBandido no soporta a la presidenta madrileña. Es su bestia negra, y así quedó patente en la elecciones a esa comunidad, en donde laPesoé y su aliados comunistas hicieron poco menos que el ridículo. ElBandido, ya lo conocemos, es vengativo, y ha bajado en más de un ocho por ciento el dinero dedicado a la comunidad de Ayuso. Por contra los golpistas catalanes recibirán un total de 2430 millones, casi el doble que Madrid. Para más venganza, Andalucía y Valencia también percibirán más dinero que la comunidad madrileña, el motor de España.