¡Vaya con el
hombre, vaya! Además de llevar la Vileda
en la cabeza nos ha salido cacatúa. ¡Todo un pájaroespanta! Es que dice que no
subestimemos la fuerza del pueblo de Cataluña,
y no lo sabe él bien. Los únicos que lo subestiman son ellos, los golpistas.
Porque pobres catalanes que no comulgan con sus ideas. Vivir en Cataluña con
semejantes bárbaros nazis, que ya han anunciado que van a marcar a todo aquel
que no los siga, tiene que ser un verdadero suplicio, que, a la vez, se
convierte en todo un alarde de fortaleza.