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sábado, 4 de febrero de 2017

El hombre que nunca estuvo allí

Ya se necesita tener mala entraña. Ya saben lo del funcionario de la Diputación de Valencia. Lo hacían ir todos los días a fichar a primera hora de la mañana, a las 07:30 horas y volver a las 15:30 horas a implantar su huella digital. Era para que se plasmaran su horas de entrada y de salida. La justificación tenía que estar. Así lo tuvieron durante diez años , día tras día de su jornada laboral. No cabe pensar otra cosa que no sea la pura envidia de jefes y compañeros, porque, ya que no iba a estar, por lo menos que no lo hicieran madrugar.