Ya se necesita tener mala entraña. Ya saben lo del funcionario de la Diputación de Valencia. Lo hacían ir todos los días a fichar a primera hora de la mañana, a las 07:30 horas y volver a las 15:30 horas a implantar su huella digital. Era para que se plasmaran su horas de entrada y de salida. La justificación tenía que estar. Así lo tuvieron durante diez años , día tras día de su jornada laboral. No cabe pensar otra cosa que no sea la pura envidia de jefes y compañeros, porque, ya que no iba a estar, por lo menos que no lo hicieran madrugar.