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jueves, 3 de marzo de 2022

Ataques por la frontera africana

Ya les vale a estas tipas comunistas, laBelarra y laMontera. Oigan que continúan insistiendo en el no al envío de armas a la resistencia ucraniana. La niña de la curva amagó con dimitir como ministra del Gobierno de España si se confirmaban los envíos directos de armamento, pero le pudo más la pasta que se lleva al año, cerca de ochenta mil euros; ante el cocido y el marisco ha preferido que se envíen las armas, aunque está satisfecha por la hecatombe que el loco ruso Putin está provocando en Ucrania. La otra, ya saben laMontera, que pasó de cajera de supermercado a ministra, es más bien un poquito corta mentalmente y se queja de que en la guerra las que más sufren son las mujeres. Coñe, pues que le diga al también cortito Putin que ponga fin a la carnicería indiscriminada en Ucrania. A ver si entre locuelos se entienden y le hace caso.

Porque es que esta ministra del lenguaje inclusivo, o si lo prefieren de la analfabeta integral, no se ha enterado todavía de que estamos en guerra. Sí, mujer, estamos en guerra, y en esta tesitura sufrimos todos: los primeros, y de manera directa, los ucranianos, y cuando se dice ucranianos -para ver si se va enterando la cortita de mente- se incluyen niños y mayores, hombres y mujeres. No hace falta un lenguaje estéril e imbécil. Lo que parece es que a ella no le importa lo que haga el demente comunista ruso Putin. Eso le da igual. El caso es que hay que dejar desamparados a los ucranianos, para que no se produzca una escalada de la violencia, aunque sí una escalada terrorista sin límites de los comunistas rusos.

En fin, que no nos queda más remedio -si elBandido Prepotente no lo impide- que arar con los bueyes que tenemos. Como al futuro presidente de laPepé, que todavía no ha sido nombrado como tal -lo tiene que ser en el Congreso extraordinario- y ya está su lugar teniente provocando a Vox, como lo hiciera Casado primero en el Congreso de los Diputados y después durante todo su mandato, al calificar a los de Abascal de extrema derecha, dando de nuevo acogida privilegiada a Casado y a Egea, a la vez que la presidenta de Madrid continúa clamando venganza. Así ha estado él en esta jornada, Feijóo, que no ha llamado extrema derecha a los de Abascal, pero sí populistas, y ya se comprometió a lavar el honor de la musa madrileña. Un poco como la pescadilla que se muerde la cola. Para esto se habían ahorrado estas alforjas los peperos.

Mientras tanto, cientos, miles de subsaharianos atacan la integridad del territorito español  y se nos cuelan por las fronteras africanas. Ya han invadido el territorio muchos saltando la valla, algunos con armas caseras, atacando e hiriendo a policías españoles. Como recompensa, una buena acogida en los centros correspondientes y que viva España, que el de los Interiores, Marlaska, anda por ahí, en cualquier parte menos en donde tiene que estar. ¡Qué inepto, y pensar que ha llegado a magistrado!