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Otra vez la vuelven a liar los de la televisión pública, los de la Uno. Es que se conoce que el payaso comunista tontoelpueblo, pijo y ridículo de la casta de Galapagar no tiene mucho que hacer; más bien, nada. Y se entretiene con eso, con dirigir la televisión pública desde el casoplón. Principalmente, los programas de los plumillas, plumíferos, paniaguados y apesebrados. ¡Que sí, hombre, que sí! Que el país no se puede permitir tener una televisión pública con miles de trabajadores -en su mayoría buenos profesionales, pero desaprovechados, cuando no relegados o purgados- y un presupuesto anual muy superior al de muchos países subdesarrollados, para emitir, chorradas.
En muchas ocasiones, verdaderas charlotadas son las que nos muestra la teuve pública, que tiene una audiencia mínima. Pero, eso le da igual al payaso comunista, que aprovecha la menor para que su amigo Cintora -¡Ay Cintora, ay Cintora!- intente meter la puya contra la Monarquía. Ya saben, con esto del asunto de la vacunación de las infantas, las hermanas del Rey Felipe VI, en emiratos árabes, sale el payaso comentando que la República está próxima.
Sigue majo, sigue metiendo la pata, como le decía Felipe González, que con tus burdos manejos chabacanos estás cavando unos buenos cimientos para que perdure la Monarquía.
Ya se necesita ser marrano y necio para ilustrar la noticia de la vacunación de las infantas con la fotografía de Leonor y su hermana. Son unos indeseables los del programa de Cintora, empezando por él mismo, por supuesto. Después de tirar la piedra, los sinvergüenzas, achacan a un error técnico lo que es una burda manipulación. ¡Cara duras! Menos mal que ya se le adelantó la Casa Real: los reyes y sus hijas se vacunarán cuando les corresponda y que las infantas, las hermanas del Rey son las que tienen que responder de sus propios actos.
Y, punto en boca, por si no lo sabe Cintora -más le vale informarse y dejarse ordenar por el payaso comunista-, las infantas hace años que ya no pertenecen a la Casa Real. Pues, hombre, pues eso. que deje de mezclar churras con merinas y la velocidad con el tocino. Aunque eso es difícil, porque tan ignorante -de poco preparado- no sabe lo que es lo uno ni lo otro. Le da igual, para eso está el payaso comunista para emitir órdenes, que para eso le ha dado un programa en la tele de donde cobra buena pasta.
Por cierto, no sé si se han fijado, pero, cada día que pasa, el payaso comunista se parece más al de chúpamelamingadominga, a Echenique, el Fantasma de Fuencarral. Sobre todo en los primeros planos, como si fueran primos carnales, oigan. En las tonterías que dicen, como si fueran gemelos.
Bueno, pues hablando de vacunaciones y Covid19, oficialmente parece que se reconoce que desde el inicio de la pandemia ha habido ochenta mil muertes en el país a causa del coronavirus. Puestos a ello, ya sabemos que el Gobierno, desde el principio, solo reconoce una parte de la realidad de las cifras de muertos. Así que, ya podemos entender que a esa cifra podemos sumarle otra de cincuenta mil más. ¡Que vayan a engañar a otros! Y a la madre que los parió, con perdón, si cabe.
En fin, vendrán tiempos mejores y hasta días próximo mejores. Que a ver, coño, a ver qué nos cuenta el excomisario Villarejo, ahora que está en libertad. Ya nos ha dicho que lo han torturado en la cárcel y poco menos que lo han querido matar. Que cuente, que cuente de eso y de otras cosas, de muchas más, que tenemos ganas y necesidad de reirnos.