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miércoles, 14 de julio de 2021

Ganaron los malos

Esto se veía venir. El Gobierno, así lo ha declarado, no. ElPrepotente ya tenía su apaño en el Constitucional con el anterior ponente, que tuvo que dimitir por protagonizar malos tratos. Trevijano fue el sustituto, y comenzó de nuevo, desde el principio, tumbando todo lo recopilado por el anterior, socialista él. Así, por fin, después de más de un año, el Tribunal Constitucional se pronuncia sobre el primer estado de Alarma, que nos llevó al confinamiento; bueno, el gobierno de elPrepotente nos metió en casa y sin rechistar estuvimos. Prácticamente tres meses de vacaciones obligatorias. Sánchez, los socialistas, han perdido; Vox ha ganado. 

Los de Abascal fueron los únicos que recurrieron el estado de Alarma y su correspondiente confinamiento. Los abogados de Vox han dejado en ridículo a los de Sánchez, que se supone estaba asesorado por la Abogacía del Estado. Este cuerpo, el de la Abogacía, va haciendo el ridículo últimamente por donde quiera que va. Y son los que defienden al ciudadano de los abusos a los que pueden verse sometidos por otras instituciones, incluido el Gobierno. Pues, bien clarito, aunque muy ajustado -seis votos a favor y cinco en contra- ha dejado el Constitucional a Sánchez y a sus asesores que no se puede ordenar un confinamiento ni no es en un estado de Excepción o Sitio. 

Bien busca elPrepotente con la nueva ley de Seguridad Nacional cubrirse las espaldas y obtener poderes plenipotenciarios, que hasta la dan la opción de requisar propiedad privada. No es que no supieran sus asesores que esto podría suceder, que el Constitucional fallara en contra del confinamiento. Lo sabían, pero sacrificaron su proceder de rectitud por la obediencia debida. Pero, seguro que si hubieran desobedecido el Constitucional les habría dado hoy la razón.

El Constitucional ha cerrado toda las puertas posibles a las reclamaciones de los particulares, de los ciudadanos, por los daños originados en sus trabajos o en sus negocios. Solo ha permitido que se reclamen las multas impuestas a los ciudadanos por saltarse la norma y que las multas que no han llegado todavía queden sin efecto. En cualquier caso, después de un año, es como al burro después de muerto dándole cebada al rabo. Vamos que vergonzoso, después de un año, digo.

Pero, queda la parte política. Cierto, aquí hay una responsabilidad, que en estos casos se denomina política. Desde luego, elPrepotente ha de asumir su responsabilidad política y pedir perdón, reconocer que se equivocó. Pero, Sánchez ni piensa que se equivocó ni va a pedir perdón ¡Hasta ahí podíamos llegar! Sin embargo, es un precedente peligroso el que se ha montado. Porque otro en su caso, o él mismo otra vez, volverán a hacerlo en cuanto se les presente la ocasión. Usarán la denominación que sea, pero que les lleve a ordenar el confinamiento. Después, cuando pase más de un año, su única responsabilidad será política; es decir, ninguna responsabilidad. A lo que se ve, Sánchez tampoco va a dimitir.

Otra cuestión, cabreante por cierto, que se desprende de todo esto, es que los que nos comimos frito y con patatas el confinamiento lo único que nos va a reportar esta sentencia es mala leche. Nos encerraron sin poder hacerlo, y punto pelota. Mientras, los que se saltaron lo que ese momento era ley de obligado cumplimiento tendrán su recompensa, porque podrán reclamar el dinero que pagaron por las multas. Será para ellos como una devolución extra de Hacienda. Y se reirán. En estos casos, siempre ganan los malos. Los que incumplieron la norma y los que la impusieron. Todos ellos, como si nada hubiera sucedido.