¡Toc, toc, toc! Las posibilidades de que alguien abra esta puerta cuando se
llama a ella vienen a ser casi las mismas de que nos toque “La Primitiva”. Pero no crean que es
porque los miembros de la Comisión
Antiviolencia no oyen; no, no están sordos. La clave está en que no saben
que con dar media vuelta a la llave el pestillo cede y el paso queda expedito. De
cajón. Pues, eso. Ha tenido que ser la UEFA,
el organismo internacional del fútbol, quien le abra un expediente al Barcelona del fútbol, nada más y nada
menos que por la presencia de banderas independentistas y cánticos del mismo
signo en la final de la Champions.