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sábado, 7 de noviembre de 2020

Las injerencias contra el país están en casa

Fíjense que ya hasta dudábamos de que España tuviera algún problema. Alguno tenía que haber, coñe, pero ya lo resolvió la ministrilla, excajera de supermercado, la de Igualdad. Ha sido fulminante en su resolución: el Instituto de la Mujer deja de denominarse de esa manera para pasar a ser conocido como Instituto de las Mujeres. ¡A eso sí que se le puede considerar una sesuda decisión! LaMontera  acaba de salvar al país, no se sabe de qué; pero, ahí la tienen, a bombo y platillo ha sido recibido el cambio de denominación por la prensa "bienpagá" y plumillas al dictado. Desde luego, se podrá decir que a la ministra no le riega, pero a estos que la aplauden ni se les humedece la sesera.

A bien decir, algo bueno nos supondrá el cambio de denominación de origen del "insti". Por un lado, la excajera ha pensado, desde que tomara posesión del cargo como ministra. No ha tenido tiempo de aburrirse, no. De aquí a unos meses nos sorprenderá con otro profundo pensamiento, aunque por ahorrarle trabajo innecesario le podríamos sugerir un cambio en la denominación del propio ministerio. Es decir que en vez de denominarse de Igualdad pase a ser el Ministerio de las Igualdades. ¡Joer, que no nos lo agradezca! De nada. Un favor, a cualquiera. Por otra parte, seguro, a buen seguro, olé, olé y olé, que ya las feministas se van a enfrentar al sinvergüenza, grosero, faltón y mentiroso, que se atrevió a insultar públicamente a las enfermeras. ¡Lo parió! Porque, todavía las feministas ni la han "piao", como tampoco el Consejo General de Enfermería, que iba a pedir su reprobación en las Cortes. ¡Y una mierda!

Menos mal, ya digo, que laMontera ha salvado al país, como el Ministerio de la Verdad, ubicado en La Moncloa. Menos mal. Resulta que como todos somos tontos y no nos enteramos de nada, o nos han desinformado, los responsable de la desinformación se han tenido que explicar -o explicar, para que nos enteremos- parar asegurar que no es lo que parece, el nuevo ministerio. Que no va contra la libertad de expresión, que no quiere implantar la censura de los medios ni la autocensura de los profesionales, tanto de los de la prensa escrita, como los periódicos en línea y los medios audiovisuales.

Todo lo dicho y criticado hasta ahora, mentira y gorda. Resulta que el nuevo ministerio se implanta para luchar contra la desinformación y la injerencia de otros países en los asuntos nuestros. O sea, que vamos a ver, desde Seguridad Nacional dicen que se han detectado injerencias "muy fuertes" contra la soberanía nacional, habitualmente procedentes del extranjero, con ciber ataques incluidos. Bueno, pues, vale, no hay por qué poner en duda esas afirmaciones, pero lo bueno, lo bonito y lo caro que eso nos pueda salir sería revelar los países que los han realizado o lo han intentado. ¡Queremos saber!

Porque, claro, es inevitable, ante estas afirmaciones de la Seguridad Nacional, retrotraerse a hace tan solo unos días. Sí, ya saben a los chulos y presumidos golpistas que ofrecieron a elPuchi la llegada a Cataluña de diez mil soldado rusos -cortesía del comunista Putin- y el fin de la indecente deuda que arrastra esa comunidad autónoma española. No estaría de más que nos dijeran si sí o si no. ¡Tenemos derecho a saber!

En cualquier caso, tampoco hace falta montar un ministerio para eso. Ya están la Seguridad Nacional y la inteligencia, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que estarían apoyados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el Ejército. No hace falta, ya digo, un nuevo ministerio. Vale con reforzar lo que tenemos, que no es malo. Pero, si es por saber de injerencias contra la soberanía nacional, desde aquí, como a la ministra excajera, les puedo adelantar que tenemos en Cataluña un nido de golpistas y, si a mal no viene, pueden apuntar a los socialcomunistas que los apoyan y que los quieren indultar, y están blanqueando a los terroristas etarras y quieren acabar con la Monarquía y con el idioma oficial del país, el Español. ¡Está cantado! ¡No hace falta ir mucho más lejos!

En resumen, que si lo que pretenden los socialcomunistas al crear el nuevo ministerio, el de la Verdad, es no ir contra la libertad de expresión, la censura la autocensura y la vigilancia de los medios de comunicación hasta se lo han creído ellos mismos. Y nosotros dormiremos intranquilos y con un ojo abierto y el otro cerrado. Ya está bien de amolar.